Tribuna Campeche

Diario Independiente

ALGÚN DÍA LLEGARÁ ESE MOMENTO…

Por: Víctor Améndola

Algún día llegará el momento en que esta sociedad mexicana, tan plural, tan diversa, tan heterogénea, tan compleja, se tenga que parar frente a un espejo y ver en su reflejo el pasado con plena claridad y observe la retrospectiva de la imagen.

Algún día llegará el momento en que esta sociedad tenga que preguntarse porqué fueron tan enardecidos con la “Casa Blanca”, pero tan sumisos y cobardes con la “Casa Gris”.

Algún día llegará el momento en que esta Sociedad tenga que responderse porqué llevaron a la hoguera a los dos Duarte, a los Medina, a los Granier, a los Borge, a los Reyna, pero absolvieron a la Sansores con tres años de un ya largo Halloween enloquecedor en Campeche, a los dos Monreal con los regueros de sangre en Fresnillo (uno) y Zacatecas (el otro); al Cuitláhuac con las inacabadas e incontables fosas clandestinas de Veracruz; o el abandono miserable del Estado en Guerrero bajo los Salgado; o las complicidades de Rocha Moya en Sinaloa con el Crimen Organizado; o de las acusaciones mutuas, del que se fue con la que llegó en Baja California.

Algún día esta Sociedad deberá recordar su silencio miserable con los hijos del Presidente López Obrador, su ceguera ante los sobres amarillos de Pío y Martinazo; contrastado con la dureza hacia Raúl Salinas y la burla clasista hacia los hijos de Fox y Martita.

Algún día tendremos que preguntarnos por qué lo de CONASUPO nos indignó al máximo. Deberemos preguntarnos por qué la “Estafa Maestra” era escarnio hacia el entonces partido en el poder, pero lo de Segalmex es una anécdota ligera de esta administración.

Algún día esta sociedad mexicana, con olvido selectivo, tendrá que recordar que se aglutinaron muchas veces contra el fraude y la corrupción electoral. Que festinó el “cállate chachalaca”, que marchó Vs el Desafuero, pero que fue omisa, callada y cómplice ante la brutal intromisión ilegal del presidente Andrés durante todo el proceso electoral.

Algún día esta sociedad tendrá que explicar a las futuras generaciones el por qué criticaba a Televisa, a Loret, a Jacobo, y en general a todo el periodismo que se prestaba apoyar al oficialismo de entonces, pero que ahora tiene figuras patéticas y deleznables como “El Chapucero”, “Lord Molécula”, y a la Vilchis como lo más repugnante y representativo del “periodismo” que apuntala este nuevo oficialismo.

Algún día esta sociedad deberá explicar a las nuevas generaciones por qué se escandalizó tanto con la deuda del Fobaproa en 1995, pero que guardó un silencio de pordioseros y estiramanos con las deudas aprobadas en diciembre del ‘23, que lograron la deuda pública más grande de los últimos 30 años.

Algún día esta sociedad deberá enmarcar en un cuadro de Oro y de Plata, el nombre de Ignacio Mier, coordinador de los Diputados de Morena, y muy probablemente heredero de Santa Ana, quien es el único bastardo en haber aprobado ambas deudas: las de Zedillo y la de López Obrador.

Algún día esta sociedad deberá preguntarse por qué fuimos críticos del Crimen Organizado, deberemos recordar el horror que nos provocaba el rapto de una niña, el secuestro de un extranjero; el odio que nos generaba un criminal o un asesino. Pero que ahora se vota por partidos cuyo financiamiento viene del Crimen Organizado; así Michoacán, así Tamaulipas, así Sinaloa. O por qué ante la noticia de que una madre buscadora fue abatida y silenciada, seguimos comiendo… o platicando… o manejando… como si fuera una noticia sin mayor relevancia.

Algún día esta sociedad deberá recordar como el Presidente de la República, exigía el cese o la renuncia de algún gobernador ante un evidente acto de corrupción… pero ahora se festina y se festeja a las Rocío Nahle con sus millonarias propiedades en el extranjero, o… una vez más, la Sansores con sus contratos de asignación directa a los prestanombres de su sobrinito que juega a ser el Fredo Corleone de esta historia tropical. O al Güero Velasco que lo proyectan a Gobernación. O a Ricardo Monreal que no es más que un bufón millonario. O al de Tamaulipas con el Huachicol, o a la de Colima con sus puertos inundados de drogas que vienen de China… o a la Mara Lezama con las matanzas que ya no son solo en Cancún pueblo… o a Durazo cuyo estado se ahoga en el mayor crecimiento del crimen organizado.

Algún día esta sociedad deberá buscar en sus ropajes el lugar en donde perdió su sentido crítico.

Algún día esta sociedad mexicana deberá de dejar de ver las series y novelas de Epigmenio Ibarra, cuando éste, por un lado y con una pose de iluminado absolutista dá cátedras de honor y honradez y de crítica al pasado; pero pero por el otro, expide el número de cuenta para recibir préstamos jugosos y seguir produciendo las loas a la delincuencia; el culto al narcotraficante, la excelsitud al criminal, la apología al delito en su máxima representación.

Algún día, y en el mismo sentido, esta Sociedad mexicana deberá preguntarse si figuras como el mismo Epigmenio Ibarra no son precisamente los responsables de que nuestras hijas no lleguen a sus casas, de que los menores sean levantados para ser reclutados en los ejércitos de la droga; si la crítica al único presidente que combatió a la delincuencia sea hoy defenestrado moral y políticamente… y al que les dio abrazos y no balazos sea, paradójicamente, el héroe de esta historia bizarra de horror, crimen y homicidios.

Algún día esta sociedad mexicana dejará de ver los partidos del “Tri”, para mejor leer e informarse sobre su crecimiento económico, sobre sus niveles de educación y cultura. Dejará de llenar el refrigerador de cervezas y botanas para quedarse con las ganas de gritar un gol que nunca llegará, y que mejor compre y guarde libros; o que lleve de paseo a sus hijos a alguna ciudad cercana para que enriquezca su acervo cultural y comunitario.

Algún día esta sociedad tendrá que responder como es que llevó al poder a un porro resentido, que tardó 17 años en concluir una carrera, con los peores promedios en exámenes de título y de suficiencia.

Tendrá que explicar cómo escuchaba absorta, esta sociedad, las manipulaciones históricas de un presidente crecido en el resentimiento, en el odio, en la mentira y en la manipulación… y que era PRECISAMENTE ese mismo tipo ignorante y mediocre, que con la ayuda de asesores y apuntadores le hizo creer a muchos que era en realidad todo lo contrario: un tipo dogto, culto e inteligente.

Qué ironía!!!

Algún dia, la parte feminista de esta sociedad, tendrá que explicar su apoyo a un personaje misógino y ultra conservador.

Algún día, la parte liberal de este México, tendrá que dar razón de sus votos a un homofóbico que jamás impulsó nuevas libertades a esta nueva sociedad con identidades sexuales distintas.

Algún día tendremos que pararnos en el espejo…

Y espero yo de verdad… que no veamos a Dorian Grey en el reflejo.

Pero saben qué??

Ese día tendrá que llegar.

Tarde que temprano.

Estemos preparados.

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