Tribuna Campeche

Diario Independiente

El color del dolor

El color del dolor que nos está heredando la Tía Rata es el guinda de la mentira, de la falsedad, de la corrupción, del saqueo, de la venganza, de la represión y de la hipocresía…

—“Dice la Ruca Gacha en su autoapología de su falsa filantropía, que el “dolor no tiene color”, con lo que intenta convencer a sus nada tontos súbditos, que su Gobierno (el ‘más peor’ en toda la historia de estas tierras sagradas del pan de cazón) no limita o condiciona su apoyo por sus filias o sus fobias partidistas, algo que no le cree ni su abuela”, expresa el poeta Casimiro, al informar a sus contertulios los temas abordados en el “Martes de la Rata”.

—“Fue uno más de esos espectáculos grotescos a que nos tiene acostumbrados, repleto de loas, alabanzas, halagos y genuflexiones para el pejidente y su corcholata sucesora, para quienes la senecta del cuarto piso, son una reencarnación de todos los mesías que se han registrado a lo largo de la historia. Es, como dicen en  mi pueblo —añadió el vate no laureado— una barbera, una lambiscona del poder…”.

—Pero eso de que el dolor no tiene color es una reverenda babosada —expresó por su parte don Memín, interesado en el tema— pues en estas tierras de Ah Kim Pech, de Moch Cohuó y de Ah Canul, el dolor de la pobreza ha sido siempre el de la sangre, el de la tristeza, el del luto de la muerte, que no nos salga doña pelirroja con frases insulsas y vacías…”, subrayó.

Don Julián intervino para recordar que el papá de la Tía Rata pasó por la historia dejando una estela de destrucción, de saqueo e incluso de muerte, “por eso es que el epíteto de Sátrapa Negro le queda a la perfección, pues eso dejó en muchos hogares, luto y dolor por sus insaciables ambiciones…”.

—“El color del dolor que nos está heredando la Tía Rata —añadió el poeta Casimiro— es el guinda de la mentira, de la falsedad, de la corrupción, del saqueo, de la venganza, de la represión y de la hipocresía. Esos que llegaron al poder vendiendo la esperanza nos han despojado de ese sentimiento y nos han arrebatado las ilusiones de que algún día las cosas iban a mejorar”.

—“Claro que este Gobierno ha dejado dolor y llanto, tristeza y decepción, frustración y decepciones, porque prometieron un cambio pero sólo nos trajeron mentiras y falsedades, con foráneos que no sienten el amor por esta noble tierra, y con el nepotismo de los integrantes de esa tribu que ya saqueó con el papá y ahora sigue saqueando con la hija, mientras trata de vender espejitos de colores a los nativos que, lamentablemente, no se armaron del valor suficiente para expulsarlos de estas tierras con sus votos el pasado 2 de junio. El dolor tiene color, y ellos, la Tía Rata y sus secuaces, se han encargado de que todo marche peor”, concluyó el escritor vernáculo.

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