Gestión inútil

Los empresarios petroleros siguen sin cobrar. Siguen cerrando empresas carmelitas por esa irresponsabilidad de Pemex para cumplir con sus obligaciones, y el sexenio federal termina…

Una promesa de la autoritaria y soberbia gobernadora Layda Elena Sansores San Román a los empresarios petroleros de Ciudad del Carmen, fue resolver de inmediato el adeudo que Petróleos Mexicanos (Pemex) mantiene con ellos desde hace varios meses, e incluso años. Adeudo que ha propiciado la falta de circulante, ha impedido el pago de nóminas y provocó la quiebra de varios de esos negocios.

En la foto oficial que la senil y extraviada mandataria presumió al lado del director general de Pemex, Octavio Romero Oropeza, de su sobrino Gerardo Sánchez Sansores alias “Seso Loco” (quien no tendría por qué aparecer en la toma, puesto que no desempeña, según Layda, ningún cargo oficial), se ponderó la disposición al diálogo y a la solución de los pendientes por parte del alto directivo de la empresa petrolera.

Pasó el tiempo, terminaron las campañas, los emisarios de la corrupta gobernadora cumplieron con su cometido de comprar votos para ganar la elección, el inútil alcalde Pablo Gutiérrez Lazarus logró reelegirse, los ciudadanos carmelitas se olvidaron de todas las afrentas que habían sufrido por parte de la pelirroja mandataria, y decidieron inclinar la balanza, otra vez, a favor de Morena y sus aliados.

Pero la deuda de Pemex para con al menos 300 empresas carmelitas, sigue ahí. Los jubilados y pensionados de la Unacar siguen sin cobrar sus adeudos, las instalaciones de Petróleos Mexicanos nunca llegaron a esa “pinche islita”  (Layda Sansores dixit), la economía isleña sigue en decadencia, y la senecta gobernante, como si nada.

Ya no se ve por allá al parásito sobrino oficial prometiendo cosas, regalando dádivas, cooptando liderazgos y sobornando a líderes de opinión. Una vez alcanzado el objetivo electoral, esa “pinche islita” volvió al desdén que ha recibido por parte de la senil gobernadora de Campeche.

En estos días disfrutan de su feria anual. La inepta pero fiestera gobernadora les financió el concierto de Julión Álvarez, dispuso de una partida especial para que Pablito pudiera darles un poco más de pan y circo a sus gobernados, pero los problemas fundamentales de los carmelos siguen sin resolverse. Los empresarios petroleros siguen sin cobrar. Siguen cerrando empresas por esa irresponsabilidad de la petrolera para cumplir con sus obligaciones, y el sexenio federal termina.

Todas las “gestiones” que presumió la senil Sansores San Román para resolver ese multimillonario pendiente sirvieron para nada y el segundero sigue su marcha inexorable rumbo al final del sexenio federal.

Ya se va Romero Oropeza llevándose entre sus maletas, tal vez no el dinero que se le adeuda a los empresarios carmelitas, pero sí la culpa de no haber cumplido a cabalidad con sus obligaciones. Ah, y cargando con esa credulidad cándida de la señora Sansores, que creyó que, efectivamente tenía capacidad para resolver el problema.

En Ciudad del Carmen alrededor de 300 empresas le trabajan directamente a Pemex, y forman parte del 40% que está en espera de que salde el adeudo que tiene desde hace más de un año, señaló el presidente del Clúster de Energía, Gonzalo Hernández Pérez.

Indicó que los efectos colaterales están en que muchos tienen atrasos en la nómina con su capital humano, y no pueden pagarle a proveedores.