OLVIDÓ A PENSIONADOS.
El comentario en los Frentes Políticos, publicados en Excélsior el pasado sábado, confirman el camaleónico cambio de actitud de la goberladrona Sansores, que en sus campañas exigía justicia, libertad y transparencia, pero como gobernadora ha sido lo opuesto: injusta, represora y opaca. Transcribimos para usted.
“Las ansias de lucha de Layda Sansores se esfumaron al asumir como gobernadora. Siete jubilados de la Universidad Autónoma del Carmen murieron esperando sus pagos. En la miseria y sin una palabra de consuelo de Layda. La campechana, antes combativa, hoy guarda silencio ante la tragedia de aquellos quienes dedicaron su vida al trabajo. Defender a Sandra Laffon, la rectora impuesta, parece ser su prioridad. Este Gobierno no muestra interés en los jubilados, ni en los policías despedidos arbitrariamente. Hay negligencias que matan, y este caso lo prueba”.
En TRIBUNA dimos extensa cobertura al injusto trato que se dio a los jubilados de la Unacar, apelamos a esa justicia que prometió en su momento Sansores, pero su soberbia fue mayor y dejó en el olvido a los pensionados y a sus respectivas familias, cuyas tragedias cargará en su negro historial. ¿Será que por eso ahora obsequia láminas y despensas? ¿Se estará curando en salud?
¿POR QUÉ LA REFORMA?
Si duda que tengamos un narcogobierno, pregúntese ¿quién se beneficia con la reforma judicial? Hoy la delincuencia organizada financia campañas y coacciona el voto para poner diputados locales, alcaldes, gobernadores, diputados federales, senadores y un presidente de la República con una estrategia de seguridad de “abrazos, no balazos”. Sin embargo, no pueden nombrar jueces que eviten encarcelamientos, extradiciones y les garanticen impunidad.
Ojalá pudieran ver la serie Narcocirco, un documental con testimonios que narran la relación del narcotráfico con los presidentes Fox Quesada, Calderón Hinojosa, Peña Nieto y López Obrador, en una complicidad que involucra hasta a las agencias de seguridad norteamericanas en aquel operativo de tráfico de armas “rápido y furioso”. Sí, la delincuencia tiene relación con los poderes Legislativo y Ejecutivo, pero les falta el Judicial.
Y para ello se inventaron eso de que a los jueces “los elija el pueblo”… como si el pueblo en realidad votara. Toda la mierda que escucha sobre los altos salarios y privilegios del Poder Judicial es falsa narrativa para justificar la mentada reforma con la cual los delincuentes terminarán poniendo a sus juzgadores. Pero, después de eso, ¿habrá justicia? ¿Para quién?
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