Tribuna Campeche

Diario Independiente

Sueños de vejez

El Dubai que nos prometió Alito se parece muchísimo al que nos está prometiendo la Ruca Gacha, con proyectos como un gran teatro, camiones de transporte público modernos y un puerto de cruceros…

—“¿Y qué opinión les merece el evento en que la Tía Rata envió a su amado pueblo un mensaje con motivo de ajustar tres años en el Gobierno?, preguntó don Julián a su selecta audiencia, reunida como todas las tardes en el Parque Principal para analizar los temas más importantes del momento.

—“Un ridículo más —soltó franco y directo el poeta Casimiro. Una demostración de que le vale una mandarina en gajos las instituciones, y que cree que con sus cursilerías y sus anuncios utópicos, los ciudadanos vamos a olvidar estos tres años de abandono, desdén y nulos resultados”.

Doña Chela confesó que hubo una parte que sí la hizo soñar. “Imagínense que yo me baje de mi moderno autobús construido en China a una estación del tren ligero y que yo viaje por la ciudad hasta el “gran teatro” a ver obras o conciertos, y que posteriormente vaya al puerto de cruceros a tomar un yate a las Bahamas. El Dubai que nos prometió Alito se parece muchísimo al que nos está prometiendo la Ruca Gacha”.

Don Memín estalló en carcajadas ante la ocurrencia de la exburócrata estatal. “Yo creo que cuando un gobernante no puede dar resultados claros y concretos, prefiere jugar con el sueño de los ciudadanos prometiendo cosas irrealizables. Un puerto de cruceros por ejemplo, no se termina en tres años, y cuando la anciana se vaya, seguramente va decir que lo intentó pero que no pudo, igualito que como han hecho toooodos sus antecesores”, señaló.

Don Julián coincidió totalmente con sus interlocutores y les pidió: “Hay que tener claro en diferenciar entre lo que se debió informar, que son las acciones realizadas y a dónde se fue a parar el dinero del presupuesto, y los anuncios a futuro, que son cosas que no sabemos si algún día vamos a ver, pero que son las que apantallan, deslumbran y en muchas ocasiones, como dicen los reporteros, se llevan la nota”.

—“La ancianita de Palacio —agregó el vetusto charlista— está jugando con el corazón de la gente, no por las cursilerías que le dijo a su amante legítimo, quien una vez más le ‘bateó’ sus romances, sino con promesas que ilusionan pero que luego no se cumplen. Aunque dicen que los ancianos ya vemos las cosas de manera más práctica y ya no tenemos los sueños de los adolescentes, parece que a la hija del Sátrapa Negro no le ha llegado la madurez y sigue soñando como si fuera una chamaca”, concluyó.

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