Campeche no fue el que tuvo el mayor repunte económico, sino Quintana Roo, con estratosférico 20.6 por ciento, que rebasa por mucho las utópicas consideraciones de la inepta mandataria campechana…
Es falso que el Estado de Campeche haya registrado el mayor crecimiento económico durante el primer trimestre de 2024 con el 5.8% como tendenciosamente afirmó la negligente e insensible gobernadora Layda Elena Sansores San Román, durante el evento del pasado jueves 1 de agosto, en que simuló presentar un informe de lo realizado en su tercer año de labores.
Las cifras del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi) disponibles en la plataforma digital de esa institución, señalan en su Indicador Trimestral de la Actividad Económica Estatal, que los estados que registraron mayor variación respecto al trimestre previo fueron: Sinaloa (7.1%), Zacatecas (4.6), Guerrero (4.3), Baja California Sur (2.9), Durango (2.7) y Colima con (2.0).
Campeche apenas alcanzó el 0.5% y es la economía número 13, empatado con Quintana Roo con el ya citado 0.5 por ciento. Por encima de Campeche están, además de los seis ya citados en el párrafo anterior, Estado de México, Hidalgo, Chihuahua, Tamaulipas, Morelos y San Luis Potosí, por lo que, insistimos, la mitómana Sansores recurrió a una más de sus falsedades para aparentar que estamos bien.
La cifra que menciona (5.8 por ciento), corresponde a la variación porcentual del primer trimestre de 2024, comparado con el mismo trimestre del año anterior y para variar, no fue Campeche el que tuvo el mayor repunte sino Quintana Roo, con un estratosférico 20.6 por ciento, que rebasa por mucho, las utópicas consideraciones que presumió la inepta y mentirosa mandataria campechana.
Y no es que en este espacio no aspiremos a que Campeche tenga una economía consolidada y en desarrollo, por el contrario, quisiéramos de entrada, que la principal encargada de promover la llegada de inversiones se dedique realmente a eso, entre otras de sus tareas de gobernar, pero lamentablemente lo que tenemos es a una anciana rencorosa que le da prioridad a sus afanes de venganza, y que está concentrada en sus litigios personales, en lugar de cumplir al 100 por ciento con su encomienda.
El crecimiento económico de un Estado no es resultado de un acto mágico, (por más que esa palabrita sea de las más recurrentes por la gobernadora Sansores en sus discursos), sino de una serie de factores que ameritan mucho esfuerzo, concentración, dedicación y estrategias, de los que carece la inhumana mandataria campechana.
Hemos probado aquí que la señora Sansores miente. Presume cifras falsas, adulteradas o manipuladas. Debería también ser amonestada por su partido, que pregona que los suyos no deben mentir, robar ni traicionar… Pero, lamentable, son iguales.
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