De cruceros y cruzados…

La pura presentación de ocurrencias o mafufadas de los ‘cruzados’ que asesoran a la ancianita del Palacio, no resuelve el rezago ancestral que caracteriza a nuestra entidad…

El anuncio de que la capital del reino de la Culebra y la Garrapata va contar próximamente con un “Puerto de Cruceros” no ha convencido ni al más arrastrado de los chairos y aplaudidores a sueldo del régimen cuatroteísta que encabeza la Tía Rata. Sus proyecciones son fantasiosas y esa utopía terminará diluyéndose en los cielos de la mofa, la burla, el pitorreo y la guasa de los nativos del reino.

—“No tengo la menor duda —expresó don Memín, mientras lustraba los elegantes botines de don Julián— que se trata de una auténtica mafufada, del producto de esos viajes intergalácticos que acostumbra el tarado sin Cerebro cuando fuma de esa cosa verde, se mete cemento (y no de la Cruz Azul) o de esos otros productos que causan alucinaciones”.

—“Entonces no estamos hablando de un Puerto de Cruceros, como pomposamente anunció la Tía Rata —intervino el poeta Casimiro— sino de un muelle de cruzados, para esa parvada de chamacos que se la pasan fumando y/o consumiendo las pastillas y polvos a que son tan afectos los sobrinos del Tío Sam”.

Don Julián no se aguantó las carcajadas ante las ocurrencias de sus contertulios, pero retomando con seriedad el tema, expuso que “la pura presentación de ocurrencias o mafufadas de los ‘cruzados’ que asesoran a la ancianita, no resuelve el problema de nuestra entidad, tan rica en recursos naturales y en atractivos artísticos, pero tan carente de gobernantes comprometidos con su pueblo. Ayudan a cosechar aplausos fáciles de los ilusos y de los arrastrados, pero nada más”.

—-“Aquí solo hay de dos —pontificó don Memín— o la señora va usar el balneario Sansorenzo para hacerle obras de infraestructura a fin de que pueda convertirse en un muelle para el arribo de yates, o como hicieron su ídolo Alito y su papá el Negro, va comprar terrenos a orilla de playa para justificar esa obra, pero que luego va poner a nombre de su familia, porque esta tierra que es tan bella, tan rica y tan generosa, no se ha caracterizado por ser atractiva para el arribo de cruceros”.

—“En eso tienes toda la razón —coincidió el poeta Casimiro— va mejorar  el balneario que robó su papá, va aumentar el muellecito con que actualmente cuenta ese sitio y lo va adaptar para que allá se guarden  los yates que abundan en estas tierras”.

—“¡Pero este reino no se caracteriza por tener muchos yates!”, le corrigió don Julián.

—“Actualmente no —repuso el vate santanero— pero con todo lo que se han robado la Tía Rata, su sobrino loco y toda esa familia de saqueadores, no dudamos que vayan a comprar yates de lujo y que Sansorenzo se convierta en su puerto de atraques”  concluyó en medio de una estruendosa carcajada.