La gobernadora de Campeche, la impresentable Layda Elena Sansores San Román, pasará a la historia como una de las peores violentadoras de género por sus reiteradas agresiones contra mujeres…
Apenas el pasado 18 de abril, la Sala Especializada del Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación ordenó inscribir por dos años a la gobernadora de Campeche, Layda Sansores, en el Registro Nacional de Personas Sancionadas por Violencia Política de Género por sus comentarios denigrantes y estereotipados en contra de diputadas federales del PRI.
Esto, después de que el 5 de junio de 2022, la mandataria señaló públicamente en su programa de “Martes del Jaguar” que Alejandro Moreno, dirigente del PRI, tenía fotos íntimas de las diputadas del PRI, gracias a lo cual éstas habían obtenido sus candidaturas.
No ha sido esa, sin embargo, la única agresión que la gobernadora vacacionista ha cometido contra personas de su género. A la alcaldesa con licencia y reelecta para el cargo, Biby Karen Rabelo de la Torre, la ha insultado en innumerables ocasiones, y otras mujeres periodistas, senadoras, empresarias, activistas, etcétera, que no comparten sus puntos de vista, también han sufrido los excesos de su lengua viperina.
Pero tal vez la mayor agresión contra las mujeres la cometió la insensible Sansores San Román contra las llamadas “Mujeres Valientes”, esa agrupación creada por la inepta Marcela Muñoz Martínez para atender a las víctimas de delitos y de violencia intrafamiliar. Utilizó a por lo menos 30 de esas policías para ir a contener un motín en el penal de San Francisco Kobén, y las expuso a todo tipo de agresiones, incluso sexuales, sin obviar que también las puso en riesgo de muerte.
No sólo salieron golpeadas y humilladas del reclusorio, sino que cuando denunciaron esa negligencia criminal contra su jefa la corrupta Marcela Muñoz, y se rebelaron contra los abusos de esa Secretaría, fueron insultadas, humilladas y vituperadas públicamente por la farsante Sansores San Román, quien de paso, también se refirió de manera denostativa a las mamacitas de las “Mujeres Valientes”.
Muchas de ellas, de las que se rebelaron, ya fueron despedidas injustificadamente, sin derecho a liquidación y sin haber pasado por un proceso limpio y transparente. Las dejó a su suerte con todo el valemadrismo del mundo, sin importarle el futuro de los hijos de esas valientes campechanas.
Sólo por eso, la impresentable Sansores San Román ya no debe ostentar el adjetivo de defensora de mujeres. O de feminista o de activista por la equidad de género. Ella es una violentadora de los derechos de las mujeres y así va pasar a la historia, aunque sus porristas, aplaudidores y matraqueros a sueldo persistan en su afán de publicar lo contrario.
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