Mientras la gobernadora Layda Sansores se enfoca en resaltar la recuperación de un vehículo robado en Tabasco como un avance en seguridad, la realidad en Campeche es alarmante. La violencia sigue en aumento con asaltos, ejecuciones y robos de vehículos. La reciente ejecución en Ciudad del Carmen demuestra la creciente inseguridad y la desconexión entre las presuntas victorias de la gobernadora y la verdadera crisis de seguridad que enfrentan los ciudadanos. La administración de Sansores debe enfrentar la cruda realidad y priorizar soluciones efectivas en lugar de ofrecer un espectáculo de logros que no reflejan la situación actual.
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