LAYDA BACHES 

Aunque “anunció” que se disponía de mil 680 millones de pesos para la reparación de carreteras federales en la entidad, a mes y medio de ese “gran logro” de su Gobierno, hasta ahora no se ha hecho nada…

El pasado jueves, algún ciudadano consciente del grave problema, colocó en la carretera Champotón-Carmen, una megamanta en que advertía al conductor que estaba ingresando “a la peor carretera de todo el país”, y le sugería manejar con cuidado debido a la gran cantidad de baches que se han multiplicado como plaga en esa zona, y que han propiciado decenas de accidentes.

La publicación de esa foto en redes sociales generó de inmediato cientos de reacciones de los internautas, que mayoritariamente fueron de repudio contra la negligencia de la gobernadora Layda Elena Sansores San Román, para atender el problema.

Vale recordar que el pasado 1 de agosto, durante su “mensaje político”  antes de irse de vacaciones para evadir su obligación de rendir su Tercer Informe de Gobierno ante el Congreso del Estado, la amnésica Layda Elena Sansores “anunció” que se disponía de mil 680 millones de pesos para la reparación de carreteras federales en sus tramos Champotón-Carmen y Escárcega-Villahermosa y Escárcega-Chetumal.

Mes y medio después de ese “anuncio” no se ha tapado un solo bache en ninguno de los tramos mencionados, y la situación ha empeorado, al grado que la carretera costera que va de Champotón a la isla carmelita, se ha convertido en una de las peores, sino que la más jodida del país, sin que hasta el momento la ancianita del Palacio de Gobierno haya dicho “esta boca es mía”.

No esperamos que en su “Martes del Jaguar” la ineficiente gobernadora vaya a responder a los cientos de reclamos de los ciudadanos enojados por las malas condiciones de las carreteras, en especial los isleños, que no sólo le dieron los votos para que ganara la gubernatura, sino para que su Gobierno mantuviera la mayoría en el Congreso del Estado y salvara las amenazas de fiscalización que hay en su contra.

Sin embargo, es de esperarse que los carmelos, que son los más afectados por la actitud negligente de la senecta mandataria, intensifiquen sus protestas y la obliguen a agilizar el inicio de los trabajos de pavimentación en el citado tramo.

No sólo eso, ojalá que también la obliguen a transparentar el ejercicio de esos mil 680 millones de pesos, que pudieran representar un “diezmo” de al menos 168 millones de pesos para el que asigne los contratos a las “constructoras amigas”, y a quien según las malas lenguas, le dicen “El Sobrino”.

Y es de esperarse que no sean las mismas empresas que tienen a su cargo la repavimentación en calles y avenidas de la capital, pues están quedando pal’perro y surgiendo baches en tramos que antes no tenían, mientras que los que ya estaban se han agigantando en dimensiones espantosas.