San Francisco de Campeche .- Las rejas que colocó el Gobierno del Estado, con autorización del INAH, en la Catedral como parte de la restauración de espacios del Centro Histórico, causaron polémica en redes sociales, pues cibernautas indican que la medida impedirá que personas en situación de calle ingresen al baño o a dormir en el recinto religioso, y exigen a la Diócesis de Campeche no cerrar sus puertas a los desprotegidos.
La colocación comenzó desde el pasado fin de semana, y aunque por ahora hay acceso, se prevé que más adelante haya cierre junto al hacer lo propio con las puertas de la iglesia.
En cuanto a las reacciones, algunos están de acuerdo, pues, afirman, se sentía olor a orín y pestilencia, lo que además da mal aspecto.
Por otro lado, hay quienes culpan al obispo José Francisco González González de cerrar sus puertas, piden poner baños portátiles, se pronuncian a favor de una solución cristiana y advierten que se está ganando el repudio con lo que predica y sus acciones.
Cabe recordar que semanas antes que fueran colocadas las rejas, el obispo declaró que la renovación buscaba restaurar el diseño original y mejorar la seguridad y el entorno del histórico edificio, la cual originalmente estaba rodeada por una herrería.
Explicó que la nueva herrería no sólo completará el diseño arquitectónico original, sino que también servirá para incrementar la seguridad nocturna en la zona, y coincide con la proyección de un videomapping en la fachada de la Catedral.
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