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De las nuevas designaciones en el gabinete estatal que dio a conocer la nefasta gobernadora Layda Sansores destacan dos excolaboradoras de Alito Moreno. ¿Pues no que su sexenio estuvo plagado de corruptos?

Tres nombramientos dio a conocer la farsante gobernadora Layda Elena Sansores San Román en los días previos a las fiestas patrias, con los cuales su gabinete arrancó el cuarto año de su Administración. Se trata en realidad de una nueva aplicación de la célebre obra de Giuseppe Tomasi di Lampedusa denominada “El gatopardo”, que en resumidas cuentas postula la idea de hacer cambios para que nada cambie.

De las designaciones que pasaron de noche ante la opinión pública, debido a los preparativos para las fiestas patrias o para disfrutar el fin de semana largo, destaca la de la Secretaría de la Contraloría, donde la poblana María Eugenia Enríquez Reyes fue sustituida por la campechana Roxana de las Mercedes Montero Pérez.

De Enríquez Reyes no hay nada qué lamentar, salvo su actuación gris al igual que todos sus antecesores de ésta y de las administraciones anteriores, corroborando así que la Contraloría es un elefante blanco que no debería seguir funcionando. En su lugar llega Roxana de las Mercedes Montero Pérez, quien parece tener mejor historial en labores de fiscalización, pues ya ocupó el mismo cargo en el Congreso, aunque lleva en la espalda la marca de ser familiar muy cercana de Alejandro “Alito” Moreno Cárdenas, y de haber trabajado con él.

También le dijeron adiós a Celia Rodríguez Gil de la Dirección General del Conalep, a donde enviaron a la exsecretaria del Medio Ambiente Angélica Lara Pérez Ríos, otra excolaboradora en el Gobierno de Alito. De Rodríguez Gil sólo hay que recordar que maestros, alumnos y padres de familia llevaban exigiendo su destitución desde hace por lo menos dos años, por su pésimo desempeño y por acusaciones de mal manejo de recursos.

La nueva titular de la Semabicce es la chilanga Jocelyn Durán Murrieta, quien ha venido trabajando con la gobernadora Sansores desde la Alcaldía Álvaro Obregón, y tiene perfil profesional vinculado con el tema del medio ambiente y la ecología.

Se esperaban cambios más estructurales en el equipo de la arbitraria Sansores San Román, como el de Armando Constantino Toledo Jamit, quien ha dado muy escasos resultados en el cargo, pese a que prometió mucho. Sin embargo nos aseguran que ha funcionado bien la cuña que le pusieron en la persona de su subsecretario Arturito Moo Cahuich, quien se ha convertido en su sombra, así como en su uña y mugre para no dejarlo operar solo, y mucho menos manejar los cuantiosos recursos presupuestales asignados a esa dependencia.

Claro que la decisión de no cambiar nada ahí, molestó mucho a Arturito, quien ya se sentía  el nuevo secretario de Gobierno. Pero bueno, no hay problema con él. Su rastrerismo y servilismo le facilitan aceptar eso y más.

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