Tribuna Campeche

Diario Independiente

Gobernadora ‘a fuerzas’

Presume que casi fue obligada a aceptar la candidatura, ya que ella hubiera preferido ser monja que gobernadora, lo que confirma que no está a gusto en este cargo…

Mucha mofa, harta risa, escarnio al por mayor generó la “confesión” de la Ruca Gacha en cuanto a que ella no quería ser gobernadora, y que tuvo que ser convencida por el Pejidente, con el aval de su amante legítimo, para que finalmente aceptara ser postulada.

—“Una verdadera babosada —respondió de inmediato Don Memín— porque cuando su obsesión por la gubernatura la obligó a renunciar a su anterior partido, el tricolor, a fin de ser postulada por los amarillos, el Peje de la Chontalpa ni siquiera figuraba entre los líderes políticos más importantes del país. Cuatro veces buscó la gubernatura y no había que rogarle nada, ella solita llegaba de ofrecida”, recordó el bolero estelar del Parque Principal.

Don Julián opinó que lo dicho por la ancianita de Palacio solo es para impresionar a su audiencia y presentar a su mesías tropical como el responsable de su postulación. “Pero también, el Peje es el culpable de la desgracia de nuestro pueblo, pues con ella llegaron los foráneos, más corruptos y la delincuencia organizada que ya prácticamente adoptó carta de residencia en nuestras antes pacíficas tierras”.

—“Yo lo que veo —expuso en su oportunidad el poeta Casimiro— es que una vez más, el tiro le salió por la culata, porque presume que casi fue obligada a aceptar la candidatura, ya que ella hubiera preferido ser monja que gobernadora, lo que confirma que no está a gusto en ese puesto, y por eso sus frecuentes ausencias y su desdén para ejercer a cabalidad el encargo. Ella no ha gobernado, le ha dejado esa responsabilidad a su sobrino el Tarado sin Cerebro y este tipejo lo único que sabe hacer son chanchullos y corruptelas, por eso estamos como estamos”.

—“Debería leer lo que de ella se dice en las redes sociales, intervino doña Chela, todo mundo se ha carcajeado de esa desafortunada declaración, porque saben que, como siempre, miente y acomoda las cosas a su conveniencia. Lo peor del caso es que ella no ganó la elección, ya que hubo un fraude monumental para despojar de su triunfo al entonces abanderado naranja, eso lo sabe todo el pueblo, y en su momento así lo registrará la historia”.

—“Lo bueno es que cada día falta menos para que se vaya, y lo mejor que podríamos desear —concluyó don Julián—, es que en la próxima elección no nos vayamos con la finta y que no elijamos a personas que simulan ser algo y demuestran ser todo lo contrario. Habrá muchas opciones por escoger, y el secreto estriba en que sepamos apoyar a la mejor persona para recomponer todos los daños que esta turba de rufianes foráneos le ha causado a nuestro querido Estado”.

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