La bancada morenista necesita de otros cuatro votos para garantizar su mayoría calificada y está buscando entre diputados del PRI y el PAN, quiénes dan su brazo a torcer…
En las próximas horas entrará en funciones la LXV Legislatura del Congreso del Estado, con una conformación parlamentaria que otra vez favorecerá al partido Morena, que junto con sus aliados, el PT y el PVEM, dispondrán de 20 votos para aprobar las iniciativas que le convengan a su proyecto político y a la inepta y negligente gobernadora Layda Elena Sansores San Román.
Pero esos 20 votos no les serán suficientes para validar reformas constitucionales a nivel estatal, ni para respaldar aquéllas que le vayan a hacer a la Carta Magna nacional en los próximos días en las cámaras de Diputados y de Senadores, de manera que será necesario que el coordinador parlamentario morenista, Antonio Jiménez Gutiérrez empiece a colectar más aliados.
Se requerirían 24 votos de los 35 diputados que conformarán la LXV Legislatura para aprobar ese tipo de reformas, por lo que a Morena le faltan cuatro para que pueda transitar los próximos tres años sin sobresaltos, y sin necesidad de estar soltando “cañonazo$” cada vez que requieran la mayoría calificada.
EL PRI (3) y el PAN (2), disponen de esos votos que requiere Morena para garantizar la mayoría calificada y por eso es que la fotografía que difundió el diputado Jiménez Gutiérrez, junto con los tres diputados electos del PRI, generó tanta suspicacia y desató toda suerte de conjeturas. La principal línea especulativa se refiere a que el PRI ya “negoció” sus votos a favor de Morena y no parece estar muy alejada de la realidad.
Sin embargo, Morena también necesita negociar con el PAN para asegurar la cantidad de votos necesarios y hasta uno refaccionario en caso de accidentes. No parece difícil el objetivo, habida cuenta de que durante los últimos tres años, la bancada blanquiazul estuvo a los pies del morenismo.
Los 10 diputados que tendrá Movimiento Ciudadano dicen haberse blindado de las tentaciones que pueda ofrecerles Morena y la corrupta gobernadora Layda Sansores en los próximos días, pero como sucede en la vida y se repite en la política: todo tiene un precio, así que no hay que descartar traiciones en la bancada naranja.
Los que no tenemos esperanzas de que esta Legislatura le sirva realmente al pueblo, somos los ciudadanos. Observaremos reyertas, discusiones, enfrentamientos y probablemente hasta cocolazos, pero eso no resolverá los problemas que enfrentamos de manera cotidiana.
Va ser una gran “caja de resonancia” para las grandes demandas del pueblo campechano ciertamente, pero la bancada opositora llegará desnutrida y sin la fuerza suficiente para impulsar reformas que realmente beneficien al pueblo. Así que a conformarnos con más show y espectáculo.
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