LA COMUNIDAD DE ISLA ARENA RECLAMA A LAYDA SANSORES SU INCAPACIDAD ANTE LA EMERGENCIA

“No sabíamos que pasaba con ustedes, sabíamos que vivían, pero nada más”, con esta frase, la gobernadora Layda Sansores dejó en evidencia su desconocimiento y falta de empatía hacia la comunidad de Isla Arena, en el municipio de Calkiní, Campeche. Mientras los habitantes enfrentaban inundaciones y la pérdida de una vida, Sansores admitió públicamente que poco sabía de lo que estaba ocurriendo en la localidad. Sus palabras no solo encendieron la indignación entre los pobladores, sino que reflejaron la ausencia de un liderazgo que estuviera verdaderamente atento a las necesidades y urgencias de su gente.

Una ciudadana, respaldada por toda la comunidad, enfrentó a la gobernadora durante su visita, acusándola de responder demasiado tarde ante la emergencia. “Las alertas llegaron tarde, nosotros nos sentíamos abandonados”, exclamó con frustración, mientras sus vecinos asentían en señal de apoyo. El reclamo se centró en la tardanza de las acciones de auxilio, que llegaron cuando el agua ya había inundado las calles y los daños eran irreversibles.

Lejos de aceptar la crítica, Sansores trató de justificarse asegurando que desde el primer momento se habían tomado medidas para informar a los presidentes municipales. Sin embargo, la comunidad de Isla Arena, una de las más afectadas por la tormenta, dejó claro que esas medidas fueron insuficientes y que la gobernadora no tuvo la capacidad de prever y actuar con rapidez para salvaguardar sus vidas y sus hogares.

Visiblemente enojada ante las críticas de la gente, Sansores respondió de manera desafiante: “Entonces yo estoy también muy enojada, y no me decían que yo viniera, porque ustedes no lo hicieron”. Esta frase, lejos de suavizar la situación, fue vista como una declaración que evidenciaba aún más su desconexión con la realidad de la comunidad afectada y su incapacidad para asumir la responsabilidad ante el evidente fracaso en la respuesta gubernamental.

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