Tribuna Campeche

Diario Independiente

EXPEDIENTE | DERRUMBA HARFUCH EL MITO DE LAYDA Y MARCELA

Una nueva afrenta en contra de la Administración de la nefasta e inepta gobernadora Layda Elena Sansores San Román, le propinó la presidenta Claudia Sheinbaum Pardo, y el secretario de Seguridad, Omar García Harfuch, durante una de las “Mañaneras” de esta semana, en que se revelaron los datos oficiales que confirman que Campeche ya no está entre los tres Estados más seguros del país.

Con los datos oficiales de la tasa de homicidios dolosos por cada 100 mil habitantes de enero de 2018 a septiembre de 2024, se reveló que los Estados con menos asesinatos de ese tipo son Yucatán, Coahuila, Aguascalientes, Durango y Querétaro, mientras que Campeche ya se ubica en la sexta posición.

Ese cuadro estadístico también reveló que los Estados con más violencia son Colima, Baja California, Zacatecas, Chihuahua y Morelos y no Guanajuato ni Sinaloa, a pesar de las cifras más recientes, y de que por ejemplo Culiacán y otras ciudades sinaloenses ya llevan cinco semanas de enfrentamientos en sus calles y avenidas.

Por tratarse de cifras que contradicen varios “datos oficiales”, se ha querido presentar ese incidente como un “desliz”, “error” o “confusión” del secretario García Harfuch. Sin embargo, la realidad nos dicta que hay situaciones que ya no se pueden seguir escondiendo, y que la nueva Administración Federal tiene que reconocer, para emprender acciones que puedan corregir las fallas.

En esos niveles es difícil, y casi imposible que se presenten en una conferencia de prensa cuadros estadísticos erróneos, y por eso es que hay suficientes argumentos para sostener que hubo una intención definida y acordada para soltar datos que sin duda alguna pusieron a temblar a varios gobernadores, entre ellos a la sinvergüenza de Campeche, que junto con su inepta y corrupta secretaria de Protección y Seguridad Ciudadana, la guanajuatense Marcela Muñoz Martínez, nos han venido mintiendo con la cantaleta de que somos el “tercer Estado más seguro del país”.

Hay que observar que aunque fuéramos el “tercer Estado más seguro del país”, como argumentan las comadritas que prefieren disfrutar sus fines de semana en la Ciudad de México, ese dato es también un reconocimiento de su ineptitud, ya que cuando ellas tomaron el mando, Campeche era el más seguro, junto con Yucatán. Pero, ¿cómo vamos a mejorar si se la viven viajando?

Que del primer sitio hayamos caído a la sexta posición, demuestra que las estrategias en materia de seguridad que ha implementado la corrupta guanajuatense han sido un total y rotundo fracaso, porque nos han llevado a una posición de la que históricamente hemos sido ajenos. Pero la cosa empeora al confirmarse que este deterioro en los niveles de seguridad en Campeche han sido encubiertos por las corruptas Marcela Muñoz y Layda Sansores, merced a los inconfesables tratos que tienen con alguno de los cárteles de la delincuencia organizada.

Es muy probable que en el gabinete de seguridad de la senecta Sansores San Román, la revelación de esos datos les haya caído como derechazos a la mandíbula, al abdomen y a la nariz, y también estamos ciertos de que su reacción cuando se repongan de la golpiza no será rediseñar las estrategias para combatir a la delincuencia y dar mejores resultados, sino explotar todas las excusas, pretextos y justificaciones que tengan a la mano, para disfrazar su evidente ineptitud.

Lo innegable es que esa reveladora “Mañanera” que encabezaron la presidenta Sheinbaum y el secretario García Harfuch, ha proporcionado los argumentos contundentes para exigir la destitución de Marcela Muñoz Martínez y de toda su camorra de comandantes foráneos, pues si a su negligencia e ineptitud le sumamos el abrumador repudio ciudadano de que gozan, entonces debemos reiterar que no hay ninguna razón sólida para que la señora Sansores la siga manteniendo en el cargo.

Habrá que reiterar también, que una vez más, desde el poder central le están enviando mensajes claros a la corrupta gobernadora Sansores para hacerle saber que las cosas no son como ella cree, difunde o presume  que son, sino que hay cada vez más pruebas que demuestran que este cargo le ha quedado excesivamente grande.

También se confirma que el excesivo proteccionismo hacia su amada Marcela tiene que acabar, pues los datos oficiales revelan que no es “la mejor secretaria de Seguridad del país”, y que sus pésimos resultados tampoco se deben a que los “campechanos la odien”, sino a sus acuerdos secretos y nefastos con agrupaciones delictivas que tienen a la violencia como instrumento para el crecimiento de sus negocios. ¿Hasta cuándo?

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