El factor Rocío

Sabe que el partido guinda, en el que milita actualmente, no tiene prospectos de peso para ganar la elección, por lo que se ha anotado de lleno para luchar por la postulación…

La diputada federal morenista Rocío Abreu Artiñano se volvió ‘tendencia’ en redes sociales la semana pasada, tras su peculiar intervención en la discusión legislativa para que Pemex y la Comisión Federal de Electricidad (CFE) vuelvan a ser consideradas empresas públicas.

Su apasionada intervención, acusando a los opositores de “ardidos” por la derrota en las pasadas elecciones, llamó la atención de propios y extraños, y no fue casual que los panistas le hayan recordado su pasado priísta, como si eso fuera un gran pecado, olvidando que ellos, los panistas, aún mantienen alianzas con el partido tricolor. El tema del video que difundió Seso Loco donde se le ve con una maleta repleta de billetes también pretendió desacreditar su defensa de la doctora Claudia Sheinbaum.

Sin duda alguna que la diputada federal carmelita sabe lo que hace. Desde el pasado 16 de septiembre, al ajustarse los primeros tres años del nefasto Gobierno de Layda Sansores en Campeche, se dio el banderazo de salida de la carrera sucesoria, y ella, Rocío Abreu, sabe que el partido guinda, en el que milita actualmente, no tiene prospectos de peso para ganar la elección, por lo que se ha anotado de lleno para luchar por la postulación.

El razonamiento de Abreu Artiñano es muy simple: Pablo Gutiérrez Lazarus no es el único carmelita con posibilidad de ser candidato morenista, ni de garantizar el voto a favor de los isleños por esa opción política.

Por eso es que a ella le conviene figurar en los primeros planos de la política nacional. Tal vez con ese discurso lleno de pasión a favor del proyecto de la 4T y de la doctora Claudia Sheinbaum. Quizá como sparring ante los frecuentes embates de los legisladores de oposición en contra del actual Gobierno de la República.

Hace méritos, pues, para ser tomada en cuenta, a pesar de que está consciente de que no tiene el aval, el respaldo y a lo mejor tampoco la simpatía de la perversa gobernadora Layda Sansores, quien está enviando al matadero al cándido Gutiérrez Lazarus, para apechugar la guerra sucia de los opositores, y con la esperanza de que después pueda imponer a uno de su familia, sea a su impresentable y corrupto sobrino, o a su también impresentable y también corrupta hermanita Laura.

Lo cierto es que Rocío Abreu ya sacó la cara. Todo el tiempo ha dicho que su meta es la gubernatura, y seguramente que se seguirá asesorando de su padrino, el diputado federal Ricardo Monreal Ávila, el líder de la mayoría morenista, para que su nombre se mantenga en la lista de aspirantes, muy a pesar de los malquereres de la gobernadora en su contra.