Con el agua al cuello

Ya no sólo son las colonias populares las que enfrentan problemas de inundaciones por las lluvias, sino que los alrededores de Palacio de Gobierno ya padecen las ineptitudes de la Tía Rata…

La madre naturaleza, tan sabia, tan justa y tan oportuna, le ha dado una gran lección a la soberbia y cerrazón de la Tía Rata, al demostrarle que la mala planeación de su obra insignia, que es el llamado Tren Ligero, ya está causando y va seguir provocando inundaciones, y que en su premura por concluir con esos trabajos, están tapando los drenajes naturales por donde comúnmente circula el agua de las lluvias.

—“Es impresionante la imagen que se ve con el malecón hasta el tope, y con el agua de mar en el mismo nivel ante la inundación causada por un simple chubasco. Todos los alrededores del Palacio de la viejita, estuvieron con elevados niveles de agua, lo que no sólo es un mal presagio para ella, sino que confirma que tienen razón los ciudadanos que le han dicho que las cosas se van a poner peor porque están tapando los cauces naturales”, comentó el poeta Casimiro.

Doña Chela, quien no dejaba nunca su paraguas, para poder defenderse de los intempestivos cambios del clima que traen lluvias en estas fechas, señaló: “Ese mismo mal —inundaciones— lo han padecido colonias como la Héroe de Nacozari y Siglo XXI, porque la constructora portuguesa que está a cargo del Tren Ligero está taponeando los drenajes, rompe las tuberías y deja sin agua a miles de familias, además de que está deforestando nuestras avenidas para que pueda circular su trenecito. Esa supuesta obra de beneficio, en realidad nos está acarreando males”, lamentó.

Don Julián recordó algo que señalaron muchos ciudadanos ante la reciente inundación del malecón. “Es algo que no había ocurrido recientemente por las lluvias. Sí se ha visto ese nivel de encharcamiento cuando nos azotan los huracanes, pero no por un torrencial aguacero. Algo están haciendo mal los del Tren Ligero, y seguramente que de aquí en adelante vamos a padecer ese tipo de afectaciones por las lluvias”, lamentó.

—“Ahora sí que, literalmente, la ancianita de Palacio ya tiene el agua hasta el cuello, comentó don Memín, pues no solamente se ha multiplicado de manera alarmante la delincuencia, hay más ejecuciones, más robos, más violencia, además de que crece el desempleo, aumenta la inflación y hay menos oportunidades de desarrollo, sino que las inundaciones ya llegaron a Palacio, Ojalá que eso le abra los ojos a la viejita y se deje de creer esos cuentos que le dicen sus lambiscones, y entienda que tiene al Estado de cabeza y con la situación de mal en peor todos los días”, señaló.