DIARIO DE LA TÍA RATA | 2 DE NOVIEMBRE DE 2024

No hay defensa que valga para justificar esa actitud senil de la Tía Rata. No va acorde con su investidura, Sólo se gana la burla, el escarnio y la mofa de la gente…

ATERRADORA…

Muchos apodos le han puesto los nativos del reino de la Culebra y la Garrapata a su senecta gobernante. El más popular es “La Mamá de Chucky” por la rojiza tonalidad de su cabello y por su mirada aterradora. Otros le dicen “La Momia” y algunos más “La Bruja”, pero a raíz de los festejos por el Día de Muertos, esos sobrenombres fueron rebasados por los disfraces que ella misma portó públicamente.

—“No sé ustedes —señaló don Memín— pero a mí lo que de verdad me provoca terror no son ni los pixanes, ni los difuntos, ni las ánimas, ni los aluxes, sino constatar la personalidad de quien nos está gobernando. Me aterra saber si está bien de sus facultades mentales, porque no cualquiera, en su sano juicio, se atrevería a salir a la calle disfrazada de “la novia del cadáver” porque la verdad, la palabra ridícula se queda corta a la forma como se veía…”.

—Yo creí —complementó el poeta Casimiro— que después del disfraz de Catrina que utilizó en la grabación de su programa de los martes, la Ruca Gacha se iba a retirar del histrionismo y la caracterización, para decidirse a asumir su papel con seriedad y responsabilidad, pero no. Insiste en salir a la calle ataviada de la peor manera, y ganándose, no el repudio ni el reclamo, sino la burla, la mofa, el escarnio de toda la gente”.

—“La verdad —atajó don Julián— no hay defensa que valga para justificar esa actitud senil de la Tía Rata. No va acorde con su investidura de la titular del Poder Ejecutivo Estatal, parece una ancianita que se escapó del asilo y que salió a disfrazarse en martes de Carnaval. No inspira ni alegría ni entusiasmo sino burla y compasión porque entendemos que sus neuronas ya no funcionan y por ello incurre en desvaríos y desfiguros. Qué pena por sus asesores y por quienes deben cuidar su imagen”, insistió.

El poeta Casimiro consideró prudente pedir la intervención de las autoridades federales. “Tenemos que pedir que le hagan un examen psicológico, psicométrico y psiquiátrico para que los especialistas dictaminen si está en facultades de seguir el frente del Gobierno o ya de plano solicitamos su relevo. Los habitantes de esta entidad no podemos correr el riesgo de que su locura se agrave y que como consecuencia todos tengamos que pagar los platos rotos”.