Tribuna Campeche

Diario Independiente

Famiglia Michoacana

Sin ningún argumento que convenza a los ciudadanos, la nefasta gobernadora Layda Sansores le sigue acumulando facultades y poderes a su querida Marcela, cuya ineptitud está fuera de toda duda…

La designación del junior Arturito Bravo Muñoz como vicefiscal general, termina de cerrar la pinza para que todo el aparato de seguridad pública  del Estado de Campeche quede en manos de la guanajuatense corrupta y negligente Marcela Muñoz Martínez, con lo que se confirma una vez más que la nefasta y perversa gobernadora Layda Sansores sigue operando con el hígado y no con el cerebro. Como debiera ser.

Una mente racional con funcionamiento a nivel promedio no premiaría a quien no ha dado muestras de eficiencia, como es el caso de Marcela Muñoz, quien al frente de la Secretaría de Protección y Seguridad Ciudadana, lo único que ha conseguido es que se eleven los índices de la incidencia delictiva.

Dejar en las manos de una foránea, de quien se sospecha que tiene vínculos inconfesables con un sector de la delincuencia organizada, pone a Campeche a merced de esos malandros y demuestra asimismo que en el pacto de Marcela con los mafiosos también está entrometida la corrupta Sansores San Román. 

No hay un solo argumento que convenza a los campechanos de que fue correcto entregar a la guanajuatense todo el control del aparato de seguridad pública estatal. Su hija, Samanta Bravo Muñoz fracasó como directora de Seguridad Pública del Carmen, de donde salió huyendo despavorida cuando vio que los delincuentes no se andan por las ramas. 

El junior, Arturito Bravo Muñoz sólo vegetó como director de Asuntos Internos de la Fiscalía General. Hizo una especie de antigüedad para anotarse méritos y sólo esperó que se reformara a modo la Constitución Política del Estado, para que al fin pudiera asumir el control de esa institución, en donde Jackson Villacís va seguir siendo sólo una figura decorativa. Triste final para una carrera policiaca de varios años para el sihochaquense.

Con el michoacano José Miguel Valdez Herrejón en el C-5 y la propia Muñoz Martínez como secretaria ejecutiva del Sistema Estatal de Seguridad, todo Campeche está en sus manos y sin duda que ella lo ha puesto en manos de sus socios.

Nos cuentan sin embargo, que estas designaciones arbitrarias de la anciana mandataria, no han sido bien vistas en la cúpula nacional de Seguridad Pública, en donde consideran a Marcela como una improvisada arribista cuyo único mérito es el afecto senil de la gobernadora de Campeche, de suerte que, nos dicen, no va poder operar a sus anchas, pues va estar siempre en el monitor nacional para agarrarla en un momento dado con las manos en la masa. No dude usted, amable lector (a) que podría seguir la ruta marcada por Genaro García Luna.

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