Es una vergüenza que quien toda su vida luchó por la equidad, la inclusión, el respeto a los grupos minoritarios, y repudiaba que se partidice el presupuesto, ahora esté haciendo lo mismo, pero peor…
La política discriminatoria, sectaria, partidista y arbitraria que ejerce la anciana gobernadora Layda Elena Sansores San Román, quedó en evidencia una vez más el pasado miércoles, durante la entrega de material de apoyo con valor de un millón 700 mil pesos, a los presidentes de 20 de las 22 juntas municipales que hay en la entidad. Sólo fueron invitadas las autoridades de extracción morenista. A los dos restantes los segregaron.
Sirva este nuevo ejemplo para derrumbar el slogan de la Administración laydista, que presume ser un “Gobierno de todos”, pero que en realidad sigue siendo un Gobierno sólo para los sansoristas, donde su familia, en especial su sobrino Gerardo “Seso Loco” Sánchez Sansores, se siguen despachando con la cuchara grande, mientras que le regatean los apoyos y el presupuesto que por ley les corresponde, a quienes no comulgan con sus ideas, o no militan en su partido.
Es una vergüenza que una política que toda su vida luchó por la equidad, por la inclusión, por el respeto a los grupos minoritarios, y que repudiaba en el discurso que se partidice o politice la distribución del presupuesto, ahora esté haciendo lo mismo, pero peor, porque además lo hace con cinismo.
Ese sólo hecho nos confirma que Layda Elena Sansores San Román es una farsante, mentirosa y arbitraria. Que no sabe gobernar con equidad, y que no respeta la pluralidad.
La entrega de kits con equipamiento (plantas generadoras de luz, motosierras, desbrozadoras, carretillas y cubetas de pintura), a presidentes de 20 juntas municipales de nueve Municipios con inversión superior a un millón 700 mil pesos, se convirtió en una reunión partidista, en un acto de proselitismo, y también en una violación flagrante a la ley, que prohíbe expresamente utilizar con criterios partidistas el presupuesto público.
Es la misma actitud arbitraria, vengativa y revanchista que ejerce contra la alcaldesa de Campeche, Biby Rabelo de la Torre, y es el espíritu que mueve a su propuesta de municipalizar a Pomuch y Bécal, que dependen de los ayuntamientos de Hecelchakán y Cakiní, gobernados por Movimiento Ciudadano. ¿Por qué no le concede ese derecho añejamente anhelado a los habitantes de Sabancuy? Porque teme al voto en contra de los carmelitas, que se sentirían “despojados” de una parte de su territorio, y porque ese Municipio es gobernado por Morena y quieren que así se mantenga. Saben que ahí está su bastión para operar el fraude en 2027.
Y en el fondo, todas las acciones de la nefasta, corrupta, arbitraria y vengativa gobernadora Sansores, buscan mantener el dominio de su partido en Campeche, aunque para ello tenga que discriminar y segregar a miles de campechanos que no creen en ella ni en su bodrio de 4T.
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