Siempre festejó con exageración las visitas del ahora exdirector de Pemex, pero ese “día de fiesta que será inolvidable” se convirtió, al menos para los empresarios petroleros, en un presente de terror; esa “gran esperanza” se transformó en una ruina casi total de empresas y empresarios; y ese “plan de pagos” fue una farsa. Octavio Romero nunca fue el “gran aliado” de los campechanos como lo aseguró Layda Sansores. Al menos que para ella sí.
Tómbola Política
JC Rodríguez Rodríguez ✍
Octavio Romero Oropeza nunca trajó las oficinas centrales de Pemex a #CiudadDelCarmen, como lo prometió tres veces Andrés Manuel López Obrador y nunca cumplió, pero sí sostuvo varias reuniones de trabajo con la gobernadora Layda Sansores y empresarios carmelitas preocupados por la falta de pago de la petrolera. Empresarios que hoy, como nunca antes en la historia del petróleo en la isla, viven una crisis que pone en riesgo sus empresas, pero principalmente, los empleos que generan.
Layda siempre festejó esas reuniones hasta la exageración, como cuando el 7 de junio de 2023, en el marco del Congreso Mexicano del Petróleo, junto con Octavio inauguró la 1ª sesión ordinaria de la Comisión Consultiva Empresarial de Petróleos Mexicanos. “¡𝐇𝐨𝐲 𝐞𝐬 𝐮𝐧 𝐝𝐢́𝐚 𝐝𝐞 𝐟𝐢𝐞𝐬𝐭𝐚 𝐪𝐮𝐞 𝐬𝐞𝐫𝐚́ 𝐢𝐧𝐨𝐥𝐯𝐢𝐝𝐚𝐛𝐥𝐞 𝐩𝐚𝐫𝐚 𝐞𝐥 𝐩𝐮𝐞𝐛𝐥𝐨 𝐜𝐚𝐦𝐩𝐞𝐜𝐡𝐚𝐧𝐨!”, escribió.
O el 9 de febrero de este año, cuando tras otra reunión con el director general de Pemex, plasmó: “𝐓𝐮 𝐯𝐢𝐬𝐢𝐭𝐚, 𝐎𝐜𝐭𝐚𝐯𝐢𝐨 𝐪𝐮𝐞𝐫𝐢𝐝𝐨, 𝐞𝐬 𝐟𝐮𝐞𝐧𝐭𝐞 𝐝𝐞 𝐞𝐬𝐩𝐞𝐫𝐚𝐧𝐳𝐚!”
Meses después, el 22 de mayo, después de una reunión con empresarios y proveedores de Pemex, aseguró que Romero Oropeza había dado cuenta de un “plan de pagos” y de nuevo ensalzó al funcionario “𝐄́𝐥 𝐡𝐚 𝐬𝐢𝐝𝐨 𝐮𝐧 𝐠𝐫𝐚𝐧 𝐚𝐥𝐢𝐚𝐝𝐨”, publicó.
Layda incluso nombró su sobrino Gerardo Sánchez Sansores como su personero para atender a los empresarios y sus reclamos de pago. El 27 de octubre de 2023, al estilo de su tía, Gerardo destacó que “𝐥𝐚 𝐯𝐢𝐬𝐢𝐭𝐚 𝐝𝐞 𝐎𝐜𝐭𝐚𝐯𝐢𝐨 𝐑𝐨𝐦𝐞𝐫𝐨 𝐎𝐫𝐨𝐩𝐞𝐳𝐚, 𝐝𝐢𝐫𝐞𝐜𝐭𝐨𝐫 𝐝𝐞 𝐏𝐄𝐌𝐄𝐗, 𝐠𝐞𝐧𝐞𝐫𝐚 𝐮𝐧𝐚 𝐠𝐫𝐚𝐧 𝐞𝐬𝐩𝐞𝐫𝐚𝐧𝐳𝐚 𝐩𝐚𝐫𝐚 𝐞𝐥 𝐞𝐬𝐭𝐚𝐝𝐨”.
“Layda Sansores está haciendo por Carmen lo que no se había hecho antes y 𝐞𝐬 𝐥𝐚 𝐮́𝐧𝐢𝐜𝐚 𝐪𝐮𝐞 𝐭𝐢𝐞𝐧𝐞 𝐥𝐚 𝐜𝐞𝐫𝐜𝐚𝐧𝐢́𝐚, 𝐥𝐚 𝐮𝐫𝐠𝐞𝐧𝐜𝐢𝐚 𝐲 𝐥𝐚 𝐬𝐞𝐧𝐬𝐢𝐛𝐢𝐥𝐢𝐝𝐚𝐝 𝐩𝐚𝐫𝐚 𝐫𝐞𝐬𝐨𝐥𝐯𝐞𝐫 𝐥𝐚 𝐩𝐫𝐨𝐛𝐥𝐞𝐦𝐚́𝐭𝐢𝐜𝐚, 𝐧𝐚𝐝𝐢𝐞 𝐦𝐚́𝐬”, ponderó.
Sin embargo, ese “día de fiesta que será inolvidable” se convirtió, al menos para los empresarios petroleros, en un presente de terror; esa “gran esperanza” se transformó en una ruina casi total de empresas y empresarios; y ese “plan de pagos” fue una farsa. Octavio Romero nunca fue el “gran aliado” de los campechanos como lo aseguró Layda Sansores. Al menos que para ella sí.
Hoy, después de varios años, hasta la misma gobernadora reconoce “la urgente situación que viven” los empresarios petroleros por la falta de pagos –que por cierto, no es nueva. Así lo publicó después de una reunión en el Consejo Coordinador Empresarial de Ciudad del Carmen, el viernes 15.
“Estamos unidos, empresarios y Gobierno por Carmen! Vamos a hacer, juntos, lo que se tenga que hacer para lograr el desarrollo y se le haga justicia al estado”, escribió tras esa reunión. Pero algo así ha repetido en el pasado y el único resultado es la triste, difícil y ruinosa realidad de los empresarios y sus empresas por la falta de pago.
Peores cosas veredes, Mío Cid…
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