Tesorero engañado

Lo cierto es que no es Larracilla Pérez el autor del presupuesto. No supo responder a numerosas preguntas y en varios casos se declaró literalmente “sorprendido”. Y si no es él, entonces ¿quién o quiénes planean el gasto?

Tremendos “cuatros” le metieron al secretario de Finanzas y Administración del corrupto “Gobierno de Todos los Sansores), Jezrael Isaac Larracilla Pérez, al enviarlo a una comparecencia con los diputados de todos los partidos, sin tener pleno conocimiento de lo que iba a exponer, lo que iba a defender y lo que tenía que “clarificar”, por lo que salió evidenciado como un funcionario torpe, ineficiente y “chamaqueado”.

Si no fue Larracilla Pérez el principal artífice de la Ley de Presupuesto de Egresos del Estado de Campeche y su correspondiente Ley de Ingresos, entonces ¿quién es el que está detrás del reparto del cuantioso botín presupuestal?

Sería mucho pensar que quien manipuló el destino de los poco más de 26 mil millones de pesos del presupuesto del próximo año, es el sobrino de la nefasta, cínica y corrupta gobernadora Layda Sansores. Y esto lo afirmamos porque es evidente que Gerardo Sánchez Sansores, alias “Seso Loco”, no tiene capacidad intelectual para organizar un presupuesto de esa envergadura. Lo que desde años consume lo afecta.

Quien sí lo tiene en cambio, y junto con ella todo el equipo que diseñó y organizó el presupuesto del exgobernador más repudiado de la 4T, el actual senador Rafael Alejandro Moreno Cárdenas, es su extesorera América Azar Pérez, esposa de Seso Loco, con quien comparte intereses, ambiciones y mañosidades  comunes. Recuérdese que ella salió del Gobierno como “tapón de sidra”, apenas tomó posesión el paliceño Carlos Miguel Aysa González. ¿Algo le sabían?

Lo cierto es que no es Larracilla Pérez el autor del presupuesto. No supo responder a numerosas preguntas y en varios casos se declaró literalmente “sorprendido”, como por ejemplo, en los 33 millones de pesos que se destinarán en 2025 “a sueldos para empleados en el extranjero”.

O cuando justificó el incremento al presupuesto de comunicación social de la oficina de la gobernadora, controlado por Seso Loco, que dispondrá de 54 millones de pesos. Lo único que atinó a explicar es que será “para publicitar al Tren Ligero”, como si no derrocharan ya suficiente dinero en sus medios matraqueros para echarle porras a la inepta y corrupta gobernadora y como si no fuera suficiente el creciente repudio popular a esa obra, por las graves afectaciones urbanas que ya está provocando.

Aún más, le preguntaron por qué aumentar en 701 mil pesos al capítulo 1000 de la Fundación “Pablo García”, que corresponde a sueldos y salarios de los aplaudidores de Jamile Moguel Coyoc, pero Larracilla no supo qué decir. Supuso que “corresponde a ajustes salariales, pues probablemente tengan muchos niveles bajos que van a estar favorecidos por este incremento salarial”. Para programar un gasto de ese tipo no bastan los argumentos “probables” sino destinos concretos. Pero se entiende. No puede el tesorero informar sobre algo que ignora.

No se trata de un tema irrelevante. Por el contrario. Saber quién planifica, diseña, programa y organiza el gasto público, nos permitiría entender el porqué de este Gobierno tan ineficiente y tan corrupto. De cero resultados y de muchas torpes ocurrencias. Y es que, si la inepta gobernadora no lo sabe, y su infuncional tesorero tampoco, entonces  ¿en manos de quién o quiénes está el destino de los recursos de los campechanos?