El pasado domingo, un menor de entre 12 y 13 años sufrió la amputación de tres dedos de su mano derecha al explotar un artefacto pirotécnico conocido como “Hulk” mientras jugaba con amigos cerca del faro de Isla Arena, Calkiní. Según testigos, el menor intentó recoger el explosivo tras fallar su detonación inicial, lo que provocó el trágico accidente.
El menor fue trasladado de emergencia al hospital IMSS-Bienestar de Calkiní y luego a un hospital de especialidades para recibir atención médica, debido a la gravedad de sus lesiones. Los vecinos, alarmados por los gritos, acudieron para auxiliar al joven en medio de la conmoción.
Las autoridades locales han iniciado investigaciones para esclarecer las condiciones en que se distribuyen y venden estos artefactos en la comunidad. Este incidente, ocurrido el 17 de diciembre, expone los riesgos del uso de pirotecnia sin supervisión, especialmente entre menores, y la necesidad urgente de regulaciones más estrictas para evitar futuras tragedias.
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