Hay prueban contundentes que confirman que este es el peor Gobierno en la historia de Campeche, y el sexenio de más saqueo, solo comparable con el que encabezó en su momento Carlos Sansores Pérez…
Apenas estamos en el primer del año, y ya empezó a aflorar información contundente sobre los turbios manejos del presupuesto estatal. Licitaciones amañadas, adjudicaciones directas, obras de pésima calidad o realizadas con el peor material que existe en el mercado, nos confirman que este es un Gobierno de saqueos en donde dos o tres personajes se están llevando la maleta.
El caso de la palapa incendiada en el mercadito “7 de agosto” es uno de los ejemplos. La obra, en que supuestamente se erogaron 16 millones de pesos, debió entregarse desde el año pasado pero presenta varios meses de retraso. Además, no se les dotó de los equipos necesarios para contrarrestar siniestros, y convenientemente para los contratistas, el fuego vino a destruir las pruebas de la tremenda corrupción en este caso.
El de los “semáforos inteligentes” es otro ejemplo contundente. Según el secretario de Finanzas, Jezrael Larracilla, el costo será de 100 millones de pesos, pero el funcionario, a quien ‘llevan al baile’ a cada rato por su torpeza en el manejo de esa dependencia, (¿es cierto que allá siguen tronando los chicharrones de quien fue tesorera de Alito?) le han propiciado tremendas exhibidas públicas que nos confirman que las cosas están chuecas. Imagínense que Larracilla no sabe qué empresa constructora está haciendo los trabajos, pero puntualmente han salido los pagos a su favor. Recáspita.
Larracilla fue exhibido por los diputados del PRI, cuando admitió desconocer el destino de 33 millones de pesos, etiquetados en el Presupuesto de Egresos 2024, para “pago de personal en el extranjero”, y a pesar de la evidente inconsistencia y de la terrible corrupción, ese rubro se mantuvo en el gasto público, sin que nadie, hasta el momento, haya salido a dar explicaciones congruentes.
La “ayuda social” que maneja la Oficina de la Gobernadora, es otro rubro desde donde se fugan cientos de millones de pesos. En 2022 fueron 394 millones, en 2023 subió a 516 millones y en 2024 sumaron 480 millones de pesos, es decir, alrededor de mil 390 millones de pesos que nadie sabe dónde están y en qué se usaron. Para 2025 hay una partida similar por lo que el monto de lo desviado incrementa.
Este es el “Gobierno de cuarta” que encabeza la inepta y farsante Layda Sansores San Román. Por eso no puede pararse en el Congreso a explicar el destino de cada peso ejercido. Por eso no rinde informes y prefiere extender su espectáculo deprimente del “martes del Jaguar”, en lugar de cumplir con el ordenamiento de rendición de cuentas.
Por eso, cuando afirmamos que este es el peor Gobierno en la historia de Campeche, y el sexenio de más saqueo, solo comparable con el que encabezó en su momento Carlos Sansores Pérez, es porque hay elementos para comprobar esos dichos. Y en detrimento de los corajes de la anciana mandataria, estas pruebas no desaparecen con la asignación de “pinochos de oro” o con demandas por daño moral, violencia política en razón de género, o algo que se le parezca.
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