Una factura emitida a nombre de la Cámara de Senadores ha generado dudas sobre el uso de recursos públicos, ya que el documento especifica un pago de $45,936.00 MXN por la instalación de una carpa de 6 x 12 metros en una iglesia de Calkiní, Campeche. El gasto aparece registrado bajo el concepto de “Gastos en general”, lo que levanta sospechas sobre por qué fondos legislativos fueron utilizados para esta compra y si el precio real corresponde al valor del servicio o si alguien “infló” la cifra para llevarse su parte, dicho gasto habría sido cargado al Senado por el Senador Aníbal Ostoa Ortega.
Este caso recuerda las polémicas que en su momento enfrentó Layda Sansores, quien en 2018 fue señalada por supuestamente cargar al Senado gastos personales por más de 700 mil pesos, incluyendo tinte para cabello, desodorantes y despensa. En su momento, la hoy gobernadora de Campeche negó las acusaciones, asegurando que la información había sido tergiversada.
El uso de fondos legislativos debe cumplir con la Ley General de Responsabilidades Administrativas, por lo que, si el gasto no tiene una justificación válida dentro de las funciones del Senado, podría tratarse de un posible caso de peculado o ejercicio indebido del servicio público.
Hasta el momento, el Senado no ha emitido una postura oficial sobre el tema, dejando abierta la incertidumbre sobre si esta compra fue un apoyo justificado o un posible desvío de recursos.
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