Diputados negligentes

Las convicciones municipalistas de la perversa Layda Sansores y de su sirviente Toñito Jiménez se limitan a tener subyugados financieramente a los alcaldes para mantenerlos también bajo control político…

El diputado morenista Antonio Jiménez Gutiérrez y la nefasta gobernadora Layda Elena Sansores San Román, son los directamente culpables de la crisis financiera que enfrentan los Municipios, y que, en el caso de Tenabo, se ha llegado al extremo de ordenar la destitución de la alcaldesa Mariela Sánchez Espinosa, también de Morena.

Una investigación de TRIBUNA efectuada hace dos años, reveló que “la deuda pública, los adeudos al Sistema de Administración Tributaria (SAT) y al Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS), y los pasivos por laudos laborales sin saldar, rebasan los 550 millones de pesos y mantienen en quiebra las finanzas de los Municipios de Carmen, Campeche, Hecelchakán, Escárcega, Calkiní, Hopelchén y Calakmul”.

De acuerdo con esa información, el Municipio con mayor deuda es Carmen, con alrededor de 265 millones 112 mil 611 pesos; la Comuna de Campeche tiene deuda pública por al menos 150 millones de pesos; Hecelchakán, enfrenta 114 expedientes laborales por 32 millones de pesos, y créditos fiscales con el IMSS que suman 42 millones 523 mil 135 pesos 37 centavos.

Escárcega cuenta con deudas por demandas laborales en proceso, demandas mercantiles y sentencias laborales por 10 millones 192 mil 352 pesos 05 centavos, así como adeudos de créditos fiscales con el SAT que ascienden a 14 millones 934 mil 589 pesos 59 centavos. Calkiní enfrenta deudas por laudos laborales que rebasan los 20 millones de pesos, Palizada, enfrenta pasivos contingentes derivados de demandas laborales en proceso y laudos pendientes de liquidar por dos millones 206 mil 343 pesos. Hopelchén tiene laudos por pagar por un millón 877 mil 476 pesos, mientras que Calakmul tiene laudos por ocho millones 116 mil 640 pesos 91 centavos. En Tenabo los pasivos rebasan los 41 millones de pesos.

A estas alturas, dos años después de esa investigación, es obvio que el  monto de los pasivos se ha incrementado, y los procesos judiciales para que se paguen los laudos laborales están muy avanzados, al grado que ya se pidió la intervención del Congreso.

Los alcaldes también llegaron hace dos años al Congreso para pedir que en sus leyes de ingresos se incluya una partida para disponer de recursos que les permitan resolver de una buena vez esos pasivos, pero tanto Toñito Jiménez, como la perversa Sansores San Román, desoyeron sus peticiones.

Hoy el problema ha escalado a un nivel de casi ingobernabilidad en esos Municipios. Toda la culpa es de la nefasta Sansores, y de su sirviente Antonio Jiménez, cuyas convicciones municipalistas sólo se refieren a tener subyugados financieramente a los alcaldes para mantenerlos también bajo el control político. Aunque los habitantes de esos Municipios padezcan por la escasez presupuestal, y decenas de trabajadores sigan esperando a ver qué les llega primero, si la muerte o el pago de sus laudos…