Todo es un disfraz

La política es el arte de la simulación y nuestros políticos suelen disfrazarse de blancas palomitas o de mansos borregos, para ganarse la confianza del pueblo,  y una vez en el poder sacan su verdadero rostro de lobos feroces…

Circuló profusamente en las benditas redes sociales otra fotografía donde la Tía Rata y la alcaldesa, la bella Bibiana, se saludan afectuosamente en un evento público del Carnaval, para recaudar fondos a beneficio de una institución. No se aprecia que nadie las haya obligado a ese gesto, de suerte que aparentemente las cosas van mejorando entre ambas, narró el poeta Casimiro durante su encuentro cotidiano con sus amigos de tertulia.

—“Si fue en un evento carnestolendo, entonces puedo suponer que iban disfrazadas, es decir, no estaban en el ejercicio pleno de sus funciones públicas, por lo que ni hubo una agenda previa, ni hubo protocolo alguno, ahora sí que sólo sirvió para la foto”, opinó don Memín.

—En efecto, respondió el poeta, la bella Bibiana iba disfrazada de la diva María Félix, mientras que la Tía Rata creo que se disfrazó de Paquita la del Barrio, ya que no se tiene claridad sobre qué versaba su atuendo, como tampoco el de la hermanita Laurratita, quien también tuvo que saludar de besito a la espectacular alcaldesa, no con mucho afecto que digamos”, complementó.

—“Todo es parte de la política, que a su vez tiene mucho de simulación, y como bien diría el inmortal Walo Cervantes, en su icónica interpretación de “Payaso”: ‘todos somos actores de un eterno drama, en que sin querer venimos a la escena, y sin quererlo, llegamos a la farsa’, así que sugiero que nadie se entusiasme por esa nueva muestra de civilidad por parte de la alcaldesa y de la gobernante. Todo forma parte del show”.

—Por allá estuvo también la exdiputada vándala, hoy ascendida a secretaria de Gobierno. Parece que iba disfrazada de conejita de Playboy, como asistente de un casino, o rememoró sus anejos tiempos de mesera en el restaurante familiar, solamente que ella no tuvo oportunidad de saludarse de besito con la bella Bibiana. A lo mejor o no quiso o no pudo, algo pasó”, concluyó su narración el poeta Casimiro.

—”Yo sólo quiero añadir, intervino doña Chela, que nuestros políticos no solamente andan disfrazados durante las fiestas del Carnaval. Es más, yo podría asegurar que siempre andan con un disfraz, sea de blanca palomita, de manso borrego, o de salvador o salvadora de la patria. En los hechos son unos mentirosos, farsantes y traicioneros y traicioneras que terminan siendo además unos lobos depredadores del presupuesto, yo por eso dejé de creer en ellos”, exclamó.