Tribuna Campeche

Diario Independiente

LA CLOACA DE LA LOCA | 26 DE FEBRERO DE 2025

Por sus malos resultados, su apatía y tibieza para resolver ese y otros casos, se ha demostrado desde hace ya tiempo que la Codhecam no es una institución confiable para la ciudadanía…

Codhecam entreguista

A casi un año de los sucesos ocurridos en el penal de San Francisco Kobén, donde un grupo de policías, entre ellas al menos 30 mujeres, fueron enviadas a un “operativo sorpresa” sin los equipos e implementos necesarios para su protección, lo que derivó en que varios de ellos y ellas sufrieran lesiones, la Comisión de Derechos Humanos del Estado de Campeche (Codhecam), está a punto de emitir un resolutivo.

Los afectados presentaron varias quejas, testimonios, pruebas, videos e incluso certificados médicos para demostrar los abusos que sufrieron a causa de la negligencia de su jefa Marcela Muñoz Martínez, y del entonces director de la Policía Estatal Preventiva, Antonio Saradán Solís Santiago,  y pese a la contundencia de los hechos, ni la corrupta guanajuatense, ni su inepto subalterno han sido sancionados.

Ante la espera del resolutivo final de la Codhecam al respecto, no podríamos sugerir que su prestigio, imparcialidad y credibilidad están en entredicho, puesto que sus malos resultados, su apatía y tibieza para resolver ese y otros casos, han demostrado desde hace ya tiempo que no son una institución confiable para la ciudadanía.

La Codhecam enfrenta en estos momentos un desprestigio casi total. No se ha asumido como defensora de los derechos ciudadanos ante el abuso de poder, ante las malas prácticas de los servidores públicos y ante los abusos que todos los días podemos constatar. Al contrario, su presidenta Ligia Rodríguez Mejía suele aparecer como una simple burócrata gris defendiendo la plaza que ocupa.

Sabe que si en algún momento se atreviera a emitir una resolución contraria a los designios y caprichos de la gobernadora Sansores, le otorgarían una jubilación prematura y la dejarían sin empleo. Por eso es que jamás se atrevió a exigir el respeto a una de sus medidas cautelares que propuso la separación de Marcela Muñoz del cargo, en tanto se realizaban las investigaciones. 

Tampoco exigió que se acatara la sanción contra Saradán Solís, quien según la mentirosa gobernadora fue separado de su cargo, aunque la realidad la desmiente, pues allá sigue al lado de su amada Marcela y ostentándose como uno de los jefes de la corporación.

¿Qué podríamos esperar del resolutivo de esta caricaturesca Comisión de Derechos Humanos del Estado de Campeche más que un catálogo de justificaciones, excusas y argumentos para expiar de culpa a Marcela y de sus comandante foráneos y para hacer aparecer a los policías golpeados como los únicos responsables de las agresiones que sufrieron y como violentadores del Estado de Derecho ante la toma de las instalaciones oficiales de esa Secretaría y el paro laboral que se extendió por casi tres meses?

No se espera nada más de esta Codhecam desprestigiada a causa del entreguismo de su presidenta Ligia Rodríguez Mejía.

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