MÁS CURSILERÍAS…

De manera muy frecuente, la Tía Rata rompe en sus publicaciones la barrera q ue divide lo público con lo privado, como si a la gente le importara sus relaciones sentimentales o amorosas…

Acudió la Tía Rata a la boda de la ‘Heroína del Amor’, la excandidata guinda a la Alcaldía de la capital, quien por fin formalizó su matrimonio con Rafita, su pareja que recibió algunos balazos en el atentado que ambos sufrieron en los meses previos a las campañas de junio del año pasado; incidente que usaron para catapultarla a su fallida candidatura.

—Otro hecho de la vida privada de una pareja que la Tía Rata quiere manejar como un asunto de interés público, con lo que ella misma rompe la barrera de la intimidad y el de la vida pública, que luego no se quejen de las consecuencias”, recomendó don Memín.

—Una de sus frases rimbombantes, cursis y hasta ridículas, a propósito de esa boda, es que según la anciana gobernanta, “el amor lo vence todo”, sin especificar exactamente a qué se refería, cuestionó intrigada doña Chela. Porque la ahora repartidora de becas a los simpatizantes guindas, no pudo ganar la elección a la que fue postulada, luego entonces, no es cierto que el amor vence todo. Claro, le dieron chamba, y a su ahora esposo le mantienen un subsidio por no hacer nada, pero eso no lo propicia el amor si no la corrupción”, especificó.

—Yo no entiendo cómo es que a la Tía Rata le encanta mezclar lo privado con lo público. Hace unos días difundió una foto, donde está junto a su amante legítimo, el embajador chapín, y escribió que con él aprendió “que el amor para siempre sí existe!”, como si a los ciudadanos les interesara su vida sentimental. Lo que genera con todo eso es repudio ciudadano, porque se pierde mucho tiempo en esas cursilerías que nada bueno le aportan al pueblo”, lamentó el viejo don Julián.

—Hay que entender que por su edad ya está chocheando, sugirió el poeta Casimiro, y lo que hay que lamentar es que todo ese séquito que está detrás de ella cubriendo sus redes sociales, no tenga capacidad para seleccionar qué publicaciones deben salir y cuáles no. Son ellos mismos quienes la han exhibido en infinidad de ocasiones y parece que son de capacidades mentales muy limitadas porque siguen cometiendo el mismo error”.

—A mí lo que me encabrita, apuntó doña Chela, es que esta gobernanta chuchul se la pasa hablando de amor, por acá, que amor por allá, pero lo que desparrama es odio, rencor, deseos de venganza, resentimientos, traumas y complejos. En ella se aplica a la perfección ese refrán que dice, dime de qué presumes, y te diré de qué careces.