Pese a que los hombres de mar del sector ribereño se alejan varias brazas de la orilla para conseguir su producto, que cumpla con la talla para su comercialización, éstos traen poco volumen, mencionaron Mario Pérez García y Wilfrido Hernández Hernández, quienes se dedican a esta actividad pesquera.
Apuntaron que debido a que el primero de este mes entró en veda el camarón, los pescadores ribereños se tienen que dedicar a la captura de escama, productos que son muy escasos, como el robalo, guachinango, corvina, entre otras especies marinas.
Indicaron que el domingo pasado a temprana hora salieron a la pesca, como lo suelen hacer a diario para obtener el sustento familiar, pero pasado a las tres de la tarde retornaron de nuevo a la Isla, con unos 60 kilos de jurel, pescado que tiene un bajo costo en venta a pie de tierra.
“De igual modo trajimos unos robalitos, y con todo el producto que logramos capturar, apenas salió para la gasolina, pero así es la situación, existen altas y bajas, hay ocasiones que sí logramos buena captura y es ahí donde se compensa la situación económica”, señalaron los informantes.
Manifestaron que por eso cuando le va bien en la pesca y obtienen ingresos hasta por mil pesos, por cada salida, le recomiendan mucho a sus esposas a que ahorren.
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