Al borde de extinción por destrucción de manglares

Por falta de acciones de los gobiernos para protegerlas, las áreas de manglar de Carmen están al borde de la extinción, lamentó Marco Antonio Rodríguez Badillo, presidente de la Red Manglar A.C., y refirió que muestra de ello es que los frentes fríos se prolongan cada vez más por el cambio climático, y los huracanes son más intensos, por lo que de llegar a encontrarse estos dos fenómenos en el Golfo, las consecuencias para la Isla serían fatales y podría desaparecer, al carecer de esta protección natural.

Por el Día Mundial de la Tierra, que se conmemoró ayer, coincidió con Jacqueline May Díaz, vocera de Desarrollo y Medio Ambiente, A.C., en que urge un llamado a las autoridades de todos los ámbitos a iniciar acciones de reforestación de grandes extensiones de manglar devastadas.

A simple vista, los manglares lucen como hileras anchas de árboles con raíces y ramas retorcidas y delgadas, que se entrelazan semisumergidas en las playas y lagunas de zonas costeras tropicales y subtropicales, pero tras esa maraña de plantas hay mucho por descubrir.

Los habitantes de la Isla corremos riesgos, sobre todo porque no han terminado los frentes fríos y en mes y medio inician los ciclones, y cualquier huracán o tormenta tropical que esté en el Golfo de México y coincida con un frente frío, hará que este fenómeno se venga sobre nosotros, alertó Rodríguez Badillo.

“El problema es que este valioso ecosistema desaparece de tres a cinco veces más rápido que el resto de los bosques del planeta, con graves impactos ecológicos y socioeconómicos. Las estimaciones indican que la cobertura se ha reducido a la mitad en los últimos 40 años”.

Si en este momento un ciclón tropical o un huracán entra a la Isla, los niveles de agua subirían cuatro metros, por lo tanto, desaparecería, pues la parte más alta está a dos metros sobre el nivel del mar, entonces con cuatro metros se comunicaría el Golfo de México con la Laguna de Términos y quedaríamos hundidos, ilustró.

Recalcó que aunque suene catastrófico, es una realidad, máxime si continúa la destrucción de la duna costera, que es el frente al Golfo de México, y de manglares, los cuales sirven de barrera naturales o amortiguan el “golpe” de agua que ocasionan huracanes o ciclones.

Es triste y alarmante que algunas autoridades no hayan tomado conciencia de la necesidad de resarcir los daños a estas barreras naturales, refirió.

“El problema que tenemos es el incremento de temperaturas en el planeta, lo cual modifica todos los comportamientos del clima y puede cambiar en cualquier instante”.