Dueños de terrenos costeros en el tramo carretero Carmen-Isla Aguada siguen burlándose de la Profepa, pues aun cuando del kilómetro 29 al 32 iniciaron procedimientos legales, hay quienes insisten en hacer construcciones nuevas en estos espacios ganados al mar.
Al respecto, el director de la Comisión Nacional del Área Natural Protegida de Flora y Fauna “Laguna de Términos”, José Hernández Nava, expuso que tras la denuncia de ciudadanos que observaron los hechos, notificará a la Profepa de las nuevas edificaciones, para que organice operativo.
Pronto —agregó—, se cumplirá un año de que la Procuraduría Federal de Protección al Ambiente (Profepa), junto con la Comisión Federal de Electricidad (CFE), Secretaría de Comunicaciones y Transportes (SCT), Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat), Consejo Nacional de Áreas Naturales Protegidas (Conanp) y Guardia Nacional, ejecutaron un plan conjunto para identificar las violaciones a la ley cometidas por los propietarios de esos terrenos.
Sin embargo, de la colocación de sellos de suspendido y clausurado los procedimientos no han avanzado, y los fines de semana hay actividad en esos predios, lo que a decir de Hernández Nava está estrictamente prohibido, pues el engomado es restrictivo a cualquier movimiento que se requiera en la zona.
Ayer, en las inmediaciones del kilómetro 29, entre la palapa “Rock Away Beach” que presenta sello de clausurado y una torre de CFE, se observó a un grupo de albañiles que con carretillas, cemento, palas y diversidad de herramientas y materiales para construcción, aplanaban terreno y empezaban a levantar muros.
“Todos los terrenos revisados durante las intervenciones están bajo proceso, es decir, hay procedimientos, ya sea de suspensión o de clausura, por lo cual nadie puede usarlos, muchos menos continuar construcciones. Respecto a las nuevas en terrenos que estaban limpios, vamos a verificar la información con Profepa”.
A lo largo del tramo carretero, esporádicamente entre semana aparecen albañiles, para hacer mejoras a las palapas y casas de verano, y hay montículos de arena, grava, bloques, varillas, entre otros, sin que la autoridad federal intervenga, lamentó el ambientalista.
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