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Enrejan comercios para evitar asaltos

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Sin otra opción ante el desempleo y la falta de vigilancia policial

Por el creciente índice de inseguridad, la mayoría de los pequeños comerciantes establecidos en diferentes puntos de la ciudad vive encerrada, entre barrotes o protectores, para evitar asaltos.

Adriana García Santos, Gonzalo Íñiguez Reyes, Dora Camacho Luna, Manuel Yáñez Fuentes y Teodoro Cruz Tun, entre otros propietarios de micronegocios ubicados en la colonia 23 de Julio, atribuyen esta situación al persistente desempleo, a los bajos salarios que devengan los trabajadores y, sobre todo, a la falta de vigilancia de la Policía Municipal.

Encerrados en sus tiendas de abarrotes, coincidieron en que actualmente tienen que estar prevenidos, ya que los robos a comercios y casas se han incrementado de manera preocupante.

“En este sector de la ciudad los atracos están a la orden del día, por eso los pequeños comercios o tiendas de abarrotes nos protegemos con mallas, protectores o barrotes, para que los ladrones no puedan meter las manos y llevarse sin pagar algún producto”.

“Hace unos días, amantes de lo ajeno llegaron a una tiendita cercana. Como la puerta estaba abierta, ingresaron y se llevaron paquetes de cigarros, galletas y otros productos, sin que el propietario pudiera hacer algo para impedir el atraco. Además, los delincuentes llevaban armas blancas”, lamentaron.

Este tipo de hechos —continuaron—, representan pérdidas económicas para los pequeños comercios, pues tenemos que pagar la mercancía al proveedor, mientras los delincuentes venden los productos a precios más bajo.

Ante este ambiente de inseguridad, mi pequeña tienda está protegida. Cuando una persona llega a comprar, detrás de los barrotes le pregunto qué se le ofrece, y primero tiene que darme el dinero, luego le entrego el producto, explicó García Santos.

Pese a esta protección, siempre hay desconfianza cuando el cliente es del sexo masculino y es ajeno a la colonia. “Hay temor, pero tenemos que trabajar para comer”, expresó.

Finalmente, comentó que han escuchado mucho del programa “Vecino vigilante” que implementó la Policía Municipal, pero no funciona, pues ante algún robo ningún vecino sale en defensa de la víctima, sino todos permanecen en sus hogares, “como topos sin salir de sus refugios”.

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