Los abuelitos y las abuelitas en este mundo, están llamados a ser artífices de la revolución de la ternura, hagámoslo aprendiendo a utilizar cada vez más el instrumento valioso que tenemos, y que es el más apropiada para esta edad, que es la oración, detalló el obispo de San Andrés Tuxtla, monseñor José Luis Canto Sosa, al encabezar la ceremonia eucarística en el estadio Resurgimiento, dentro del paseo de la imagen de la Virgen del Carmen por tierra.
La patrona de la Diócesis de Campeche ayer recorrió las principales avenidas, en medio de cantos y alabanzas, pero donde prevalecieron altas temperaturas.
Ayer fue un evento en el que la fe y la devoción en honor de la patrona de los pescadores se desbordó, atrayendo a cientos de personas de Tabasco, Quintana Roo, Chiapas y Veracruz, que arribaron para estar en esa celebración.
Las actividades iniciaron a las siete de la mañana, cuando en el Santuario Mariano Diocesano se realizó la ceremonia eucarística, encabezada por el presbítero Francisco Verdejo Aguilera.
Posteriormente, la imagen que cumple 300 años de su llegada a la Isla, fue sacada en hombros del personal del Santuario Mariano Diocesano, para ser depositada en una tarima, en la que fue transportada a lo largo del recorrido.
La procesión que fue acompañada por cientos de carmelitas, recorrió la calle 31, avanzó sobre la 22 para doblar sobre la 47, seguir en la 56 hasta llegar al estadio Resurgimiento.
En el estadio se llevó a cabo la ceremonia eucarística, encabezada por obispo de San Andrés Tuxtla, José Luis Canto, quien durante su homilía, sostuvo que la ancianidad, no es una estación fácil de comprender, tampoco para lo que estamos viviendo.
“A pesar que llega después de un largo camino, a ninguno nos ha preparado para afrontarla y casi para parece que nos tomara por sorpresa”.
“Las sociedades mas desarrolladas invierten mucho dinero en esta edad de la vida, pero no ayuda a interpretarla, porque ofrecen planes de asistencia, pero no proyectos de existencia”, dijo.
Convocó a los abuelitos y las abuelitas, a hacer uso de la oración para pedir por sus hijos y sus nietos y por los que menos tienen.
Posteriormente, la imagen de la Virgen del Carmen retornó en procesión, avanzando sobre la calle 56 y doblar a la 31, para retornar al Santuario Mariano Diocesano.
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