Tribuna Campeche

Diario Independiente

Al mejor postor el sistema de justicia

Esferas del poder controlan a los jueces, denuncia Roxana Salas

La liberación del doctor Pedro Daniel O. G., acusado de violación en agravio de una estudiante de la Unacar, demuestra una vez más que el sistema de justicia en Carmen se vende al mejor postor, y que una vez más las esferas de poder político controlan a los jueces.


Así lo denunció la representante de colectivos feministas, Roxana Salas Tovar, al mencionar que hagan lo que hagan, la población ya no se cree el cuento de la justicia.


Del presunto “amparo” de las influencias de la diputada morenista Dalila Mata Pérez, dijo que gracias a que la Fiscalía General del Estado de Campeche encabezada por Renato Sales Heredia no opuso mayor resistencia legal, el doctor salió de prisión a más de un año detenido, por el fallo del Tribunal de Enjuiciamiento.


“Está comprobado que la justicia es sólo para quienes tienen poder adquisitivo, lamento la actitud de la Fiscalía al no mostrar oposición en la audiencia, pues evidenció que desde un principio el plan era dejar en libertad al marido de Mata Pérez”.


Aseveró que la población conocedora de este caso comprueba que de nada sirven las denuncias, cuando desde siempre los impartidores de justicia sirven a los intereses de los políticos en turno.


“El sistema falló una vez más, realmente no es algo con lo que podemos contar, pues los intereses de las personas de las esferas más altas de poder y control con la sociedad están por encima”.


“Esos personajes tienen copadas las esferas de poder, y por mucho la justicia no aplica para quienes están fuera de ese círculo, contra el que no se puede luchar”, lamentó.


Este caso que pudo ser antecedente para que la Fiscalía de Campeche y el Poder Judicial demostraran que son distintos —sentenció—, dio la misma respuesta de que miles de ciudadanos siguen siendo víctimas del podrido sistema.


“Tenemos que señalar a todas las instancias donde hemos sido violentadas, como en la Fiscalía y el Poder Judicial, ya no es una situación para exigir justicia, porque nos quedan debiendo muchísimo y desde hace mucho nos deben”.


Salas Tovar indicó que quieren hacer creer a la ciudadanía que apoyan desde el Centro de Justicia para la Mujer y el Instituto para la Mujer, “pero el hecho de que existan no nos asegura la pronta justicia, sino simplemente más desvíos de fondos. Ya no compramos el cuento de la justicia”.


Este caso también sirvió para evidenciar a todos quienes señalan a los colectivos feministas de no hacer nada, de servir únicamente para “desmadres y pintas”, pues queda demostrado que ni denunciando a agresores hay justicia, como con la estudiante de la Unacar.


Ahora el doctor Pedro Daniel O. G. estará como si nada al regresar a sus actividades en el Seguro Social, prácticamente riéndose de su víctima, y lo más triste es que se pone en riesgo a otras mujeres, pues con qué seguridad y confianza alguien va a llegar a su consultorio, finalizó.

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