Tribuna Campeche

Diario Independiente

Protestan jubilados de Unacar ante Layda

Tienen más de siete meses sin cobrar sus salarios.

Por segunda ocasión, jubilados de la Unacar, protestaron ante la gobernadora Layda Sansores San Román, pues pese a las promesas de que se solucionaría su falta de pago, tienen más de siete meses sin cobrar su salario.

La Caravana del Jaguar, realizada ayer en el parque de la colonia Manigua, fue el escenario para que los sindicalizados y de confianza protesten la falta de pagos.

Con pancartas en mano encararon en la mesa de atención ciudadana a la gobernadora, donde el secretario general del Sindicato Único de Trabajadores de la Unacar (Sutunacar), Ramón Magaña Martínez se vio molesto, pues sus representados se le salieron del huacal.

La falta de pago a jubilados de la Unacar llevó a paros y a la renuncia del exrector José Ruz Hernández, pues el compromiso del Gobierno del Estado era que tras esa salida las cosas se solucionarían.

Sin embargo, el 26 de octubre de 2022, en la Mesa de Seguridad en la cancha del Fraccionamiento Maderas se manifestaron para externar su molestia, pero pese al compromiso público, Layda Sansores no les cumplió.

Ese día la gobernadora se comprometió a solucionarles el problema y aunque otorgó dinero a la rectora Sandra Laffón Leal para solventar los faltantes, de nuevo la volvió a dejar mal y los jubilados de nuevo enfrentan adeudos, algunos hasta de siete meses.

Por lo cual, acudieron a la Caravana del Jaguar para confrontar a la gobernadora y exigirle que les cumpla con lo que les prometió. Aunque los jubilados llegaron temprano con todo y lonas, fueron frenados por Ramón Magaña quien los regañó por no haberlo tomado en cuenta para hacer esa protesta, pero no contaba con que dos se le escaparían para plantarse frente a la mandataria y reclamar.

Con micrófono en mano, un jubilado quien no dio su nombre, le reclamó que no era justo de que los engañó en que el problema de falta de pago se solucionaría y que mientras todos cobran, a ellos los tienen con más de seis quincenas sin recibir el recurso producto de más de tres décadas de servicio prestado a la Unacar.

Por su parte, Layda Sansores les dijo que no los ha dejado, pues hay que considerar que es una Universidad en crisis, “por ello el año pasado juntamos recursos como pudimos para apoyar a la institución y ahorita hacemos lo mismo, espérenme 15 días para ver cuánto se junta, pues nos parece muy injusto lo que ustedes pasan”.

Posteriormente, a empujones llegó hasta la mesa de Atención Ciudadana, Ramón Magaña, quien pidió el micrófono para salvar el bochornoso momento que sus sindicalizados le hicieron pasar a Layda Sansores, asegurándole que hasta las primeras horas de la madrugada han estado haciendo gestiones pertinentes con ellos.

Señaló que el tema de los jubilados es de varios años atrás y de administraciones pasadas, “sabemos que ellos no tienen la culpa, la necesidad de estar mendingando su pago, pero es una responsabilidad de todos el poder apoyarlos”.

DE CONFIANZA

El otro grupo de jubilados, los de confianza, a quienes no dejaron llegar hasta la gobernadora, pues fueron llamados a reunirse a una oficina alterna al lugar del evento, dejaron en claro que no les pagaban desde octubre del año 2022, debiéndoles además el aguinaldo, por eso llegaron para ver la posibilidad de pedirle ese apoyo, aseguró uno de los afectados, Andrés Salazar Dzib.

Manifestó que si la Unacar no resuelve ese problema, los va a arrastrar siempre y esto no puede ser, porque afecta emocionalmente a todos los trabajadores, no sólo a los jubilados, sino también a los activos que no saben en qué momento les van a decir que no tienen dinero.

“Ya nos reunimos con la rectora y siempre es lo mismo, que están haciendo los estudios y análisis, no hay una certeza respecto a nuestros pagos”.

Acusó que Ramón Magaña malentendió el lema de “Primero los pobres”, pues al negociar ordenó que le quitara el pago a los jubilados de confianza, bajo la justificación de que porque ganaban más, se trata de 24 personas de ese grupo a los que han discriminado.

Otra de las inconformes, Patricia Isabel Martínez Villegas, lamentó que la Unacar y el Gobierno del Estado aplicaron la de “divide y vencerás”, pues al desinformar sobre la condición de los trabajadores sean sindicalizados o no y de confianza, ahora los más afectados son ellos, pues los dejarán al final para cobrar.

“Nos dividió con el objetivo de afectarnos bajo la justificación de que porque teníamos salario más alto y fuimos nosotros quienes nos habíamos acabado el presupuesto, ya son siete meses que no nos pagan, aguinaldo y el aumento al salario retroactivo”.

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