Tribuna Campeche

Diario Independiente

Cientos acuden a los panteones

Comerciantes de flores satisfechos con demanda

Tal como sucede cada dos de noviembre, cientos de personas acudieron a los panteones de la Isla a pesar de los pronósticos de las malas condiciones meteorológicas.
Flores, veladoras, bebidas, dulces, música, llanto, risas y muchos sentimientos se experimentaron en el Día de Muertos en los dos cementerios Último Paseo y Colonia, sitios que desde las siete de la mañana abrieron sus puertas y cerraron hasta casi la medianoche.
La baja afluencia de antier lanzó una alerta para quienes vendieron flores y demás a las afueras de los camposantos, sin embargo, aún con nublados pero por momentos soleado, se saturaron los alrededores.
Elementos de la Policía Municipal, de Protección Civil y los cuerpos de emergencia mantuvieron la vigilancia. En el Último Paseo, recinto que data desde 1958, muchas fueron las tumbas que no fueron visitadas, las más recientes recibieron la tradicional limpieza, flores y veladoras.
En tanto, en el panteón Colonia, el groso de la población era mayor, ahí hasta toldos, mesas, sillas, neveras, comida, tríos musicales, guitarristas y rezadores, mantuvieron actividad durante el día, pues fue impresionante la cantidad de familias que se presentaron.
Los rostros de muchos eran de nostalgia, se secaban las lágrimas, otros reían, se abrazaban y se escuchaba el contar de anécdotas de quien cuyos restos yacen en los sepulcros.
Los comerciantes de flores se dijeron satisfechos de la gran demanda que hubo en ambos cementerios, pues esto permitió quitarse el mal sabor de boca que les había dejado el primero de noviembre, como siempre, agradecieron la preferencia de la ciudadanía en la adquisición de la flor de cempasúchil y otros arreglos como ofrenda a sus difuntos.
Tanto en Último Paseo y como en Colonia, se celebraron misas en las que los presbíteros significaron la importancia de amar en vida, pero también más allá de la muerte, pues la esencia de lo que somos siempre queda en los corazones y el alma de nuestros seres queridos.

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