Tribuna Campeche

Diario Independiente

En las Tripas del Jaguar: 31 de Enero de 2023

PINCHES YUCATECOS DE MIERDA. Acostumbrada a pelear e insultar a todos los que la cuestionan o contradicen, la gobernadora Sansores abrió otro frente a los campechanos, ahora con nuestros hermanos vecinos de Yucatán. Primero fue Zacatecas, después Sinaloa, y ahora esto. ¿Quién sigue?

Adicta a estar de viaje, aprovechó la oportunidad para asistir a Mérida al Cuarto Informe del gobernador Mauricio Vila. Tras el evento, reporteros de los medios de ese Estado la abordaron para cuestionarla sobre la creciente inseguridad en Campeche. Sansores huyó de ellos y una vez que se montó en su Suburban de lujo, ordenó a su empleado “Wallas” darle más dulces a los “pinches yucatecos de mierda”, según publicó Proceso.

Por cierto que tras leer las revelaciones de esta revista, dijo que “Proceso es una mierda” también. No tenemos duda de que lo mismo debe pensar de TRIBUNA. Está de más repetir, la gobernadora busca desviar la atención ante los nulos resultados, avances y obras de su gobierno… ¡de mierda!

DÓCIL ENTREVISTA. Según los chats expuestos en la revista Proceso, Carmen Aristegui recibió del Gobierno de Layda Sansores medio millón de pesos. La periodista negó haber recibido ese dinero, como era de esperarse, pues su credibilidad caería al suelo de confirmarse que aceptó el embute de la gobernadora.

En la entrevista que Aristegui realizó a Sansores para aclarar esos puntos, pudo palparse la docilidad en el proceder de la reportera, que nunca cuestionó los ya expuestos lazos familiares de corrupción de la gobernadora, los cuales involucran a su sobrino Gerardo “Seso Loco” Sánchez Sansores y a su esposa, América Azar Pérez, en el presunto desvío de recursos públicos para financiar su eventual campaña.

Los chats que reveló Proceso merecen el mismo trato que los que ha revelado Sansores en sus programas semanales. Sus señalamientos de que Alejandro Moreno es perverso y corrupto le regresan como bumerang a su redonda cabeza pintada de rojo. Las pruebas de su perverso y corrupto proceder están plasmadas en las páginas de Proceso.

¿CENTRO DE ESPIONAJE?¿Se ha percatado de que cuando pasa por la avenida Central, justo donde está la sede morenista —que es propiedad de la familia Sansores—, aquí en la capital, se pierde la señal del celular? ¿Se ha preguntado por qué pasa eso si la cobertura de red en ese tramo es perfecta? A lo mejor ni siquiera ha reflexionado que esto sucede desde hace meses.

Ante la psicosis que ha creado la misma gobernadora con sus revelaciones ilegales en su Martes de Jaguar, producto del espionaje que ejecutan miembros de su Gobierno, debería aclarar por qué sucede esto. Los vecinos sospechan que opera un centro de espionaje con sofisticados equipos especiales para extraer información de aparatos celulares de los transeúntes. Acusan también que “les llega información institucional” sin haberla solicitado.

La versión es cada vez más fuerte de la existencia de un centro de espionaje en pleno corazón de la capital, operado por el sobrinito consentido de la mandamás, Gerardo Sánchez Sansores, y el fiscal Renato Sales Heredia, para reprimir y extorsionar a opositores y amigos incómodos. La verdad no tardará en salir a la luz. Inconformes pueden allanar el predio, como ha procedido en muchos casos Sansores, sin que la alcance la mano de la ley.

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