Más de 100 pasantes de las facultades de Medicina de las universidades Autónoma de Campeche y del Mayab y del Instituto Politécnico Nacional, que prestan servicio social en comunidades de Campeche, abandonaron los centros de Salud a los que están adscritos, luego de lo sucedido al pasante Julio Arroyo Ocaña, pues al menos 20 de ellos reportaron por escrito a la Secretaría de Salud haber recibido amenazas.
En el auditorio de la Facultad de Medicina, los médicos pasantes se reunieron con la directora, Xóchilt Georgina Poot López de De la Torre Espinosa, para externarle sus preocupaciones por las comunidades donde laboran y el temor a sufrir algún daño físico o moral, pues en reiteradas ocasiones se han presentado al consultorio pacientes en estado inconveniente y portando armas blancas, y aunque lo reportan a las autoridades jurisdiccionales, no le han prestado atención.
Poot López señaló que no lo sabía, por lo que pidió a los alumnos una hoja de peticiones firmadas por todos, y los exhortó a regresar a sus comunidades. La petición no fue bien recibida, porque los pasantes aseguraron que el problema está generalizado, y no como las autoridades creen o declaran, de que son casos aislados que sólo se presentan en determinados focos rojos.
No es posible que oferten pasantes en comunidades con antecedentes de violencia y de difícil acceso. Entiendo que eso es responsabilidad de la Secretaría de Salud, pero la UAC está vinculada con ella, y deben respondernos. En varias ocasiones se han reportado hechos que ponen en riesgo, y no hay solución de ninguna de las dos instituciones.
“Tenemos miedo por lo que sucedió con nuestro compañero, y no vamos a regresar a nuestras comunidades, hasta que nos garanticen seguridad”, advirtió José Pérez Manzanero.
A la reunión asistieron padres de familia, que responsabilizaban a la institución de cualquier cosa que suceda con sus hijos en las comunidades, independientemente de que lo ocurrido a Arroyo Ocaña. Sea suicidio u homicidio, el riesgo sigue latente, aseguraron.
La directora Poot López no aceptó la solicitud de apoyo para que los estudiantes no tengan represalias por abandonar sus comunidades, y señaló que sólo intervendrá por los 11 estudiantes de la UAC que han presentando queja por escrito ante la SSA.
Advirtió que de no volver a su adscripción a más tardar este viernes, serán automáticamente expulsados del servicio, y se deslindó de las peticiones de apoyo de los estudiantes de la Universidad del Mayab y del Instituto Politécnico.
“Los de la UAC están respaldados por sus padres y la institución, pero de sucedernos algo a los que venimos de otras entidades, no es seguro que les avisen con tiempo a nuestros familiares. Sentimos que la UAC nos dé la espalda, y lo más lamentable es que a la hora de exigirnos participación o información, sí debemos de ser más que alumnos de la UAC”, se quejó Margarita Contreras, egresada del Politécnico.
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