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Lesbianas, unidas en matrimonio civil

Sonrientes, con manos trémulas y sin el tradicional beso nupcial, María José, de 27 años de edad, y Faride Zulema, de 30, se dieron el sí en ceremonia que duró menos de 20 de minutos.

“Las declaro unidas en matrimonio civil con todos los derechos y obligaciones ante la ley», manifestó la directora del Registro Civil  del Estado, Ingrid Ommundsen Pérez, al celebrar ayer ante poco más de 50 personas la primera boda entre personas del mismo sexo.

Sonrientes, con manos trémulas y sin el tradicional beso nupcial, María José Estrada Muñoz, de 27 años de edad, y Faride Zulema Cabrera, de 30, se dieron el sí en ceremonia que duró menos de 20 de minutos.

La funcionaria leyó el acta en el Centro de Convenciones Campeche XXI ante familiares, amigos y algunos integrantes de comunidad Lésbico, Gay, Bisexual, Transexual, Transgénero y Travesti (LGBTTT). Expuso a las contrayentes derechos y obligaciones.

Faride Zulema, de profesión administradora, y María José, gerontóloga, intercambiaron miradas de manera insistente, sonrieron y se tomaron de la mano tras escuchar «están formal y legalmente unidas en matrimonio civil».

Para este hecho histórico, calificado por la comunidad LGBTTT como el reconocimiento de los derechos igualitarios de los individuos, no portaron vestido. Optaron por pantalón y blusa color ivory y peinado de chongos.

Los testigos Olga Neftalí Pinzón, Francisco Ruiz Sierra, Omar Kantún Huicab y Guadalupe Medina Hernández, externaron su beneplácito por formar parte de esta ceremonia sin precedente en el Estado, y sobre todo porque se trata de sus amigas, “quienes durante más de 10 años se han demostrado amor y respeto”.

Con voz temblorosa por la emoción, Faride Zulema expresó: «Sí se pudo, la ley nos amparó y nos dio la razón de que tenemos derecho a unir nuestras vidas en matrimonio. No estamos en contra de la ley de nadie, puesto que en lo civil se respeta la Constitución federal”.

Por su parte, María José, entre risas nerviosas manifestó: «Estoy feliz por concretar lo que era un sueño… Conformar nuestra unión ante las leyes y que nuestros derechos sean respetados y reconocidos”.

Alejandra Ruiz, quien encabeza el movimiento LGBTTT, expresó que “se asientan los pasos para seguir creciendo en el reconocimiento de los derechos que este sector tiene, en tanto la sociedad se abre para que la tolerancia y la inclusión dejen y eliminen la discriminación hacia este grupo. Esto apenas comienza y nos falta mucho por caminar”.

De esta manera, lo que comenzó el 31 de marzo pasado con la solicitud matrimonial, culminó con la concreción del contrato civil, lo que implicó ampararse ante la Suprema Corte de Justicia de la Nación.