Entre cantos, vivas, alabanzas y oraciones fue bajada de su altar la escultura del Cristo Negro de San Román, con lo cual iniciaron las festividades en su honor, a 452 años de su llegada a tierras campechanas.
El evento tuvo lugar al terminar la homilía dominical en el Santuario del Señor de San Román.
Como cada año, al mediodía en punto, con el tañido de las campanas, cantos, aplausos, vítores, alabanzas y olor a incienso, la feligresía observó la bajada de la estatua, que estuvo a cargo del grupo de colaboradores.
Acompañaron sacerdotes, la reina de la Feria de San Román, Carolina Gaitán, y Chiquitita San Román, Georgina l.
El Cristo Negro fue colocado por los custodios en medio de la nave principal del santuario, donde creyentes locales y de Yucatán hicieron fila para mirarlo de cerca.
Para evitar daños lo cubrieron con un velo blanco hasta la mitad del cuerpo, y en las manos le colocaron cajas transparentes de plástico.
Estará expuesto tres semanas. El último día será el sábado 9 de septiembre a las 10 de la noche, y al otro día será paseado por el mar.
Antes, se exhortó a la feligresía a vivir su fe con el novenario, para pedirle a Dios por las necesidades que se viven hoy en día en las sociedades de todo el mundo, “y en especial en nuestra entidad”.
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