Tribuna Campeche

Diario Independiente

Abarrotan cementerios

Cuatro misas para las almas

CALKINÍ.— Cuatro misas para los difuntos se llevaron a cabo ayer en el cementerio de la ciudad, mismo que lució abarrotado desde las primeras horas del día.
En celebraciones de 07:00, 09:00, 12:00 y 17:00 horas, el sacerdote Ricardo Partida exhortó a los católicos calkinienses a no olvidar a sus seres queridos que se adelantaron en el camino sin retorno. Asimismo, pidió a las familias mantener la unión y la paz.
Cientos de personas entregaron sus ofrendas a sus difuntos, les rezaron y en algunos casos les cantaron.
Paramédicos de la Cruz Roja, elementos policiacos y el grupo de radio auxilio montaron operativo en apoyo a la población.

La muerte sólo es un paso para llegar a Dios

HOPELCHÉN.— En el Día de Todos los Fieles Difuntos, cientos de cheneros participaron en la misa Post Mortem que ofició el presbítero Helio Gijón Estrada en el único cementerio de la ciudad de Hopelchén.
Ante unas 250 personas, menos que el año pasado, el sacerdote exhortó a pedirle a Dios ayuda para reconciliarse con la muerte.
La muerte —explicó— es cerrar los ojos a este mundo y abrirlos a Dios, porque Él es vida, y se debe adorar y creer en la vida, porque el tope no es la muerte, sino la vida. La muerte sólo es un paso para llegar con Dios.
El párroco caminó por los pasillos y bendijo las tumbas, bóvedas y criptas de las cinco secciones, mientras que los cheneros depositaron flores y veladoras a sus familiares que han partido a la vida celestial.
La afluencia se intensificó antes del mediodía, como también ocurrió en los panteones de Ukum, Dzibalchén, Iturbide, Bolonchén de Rejón y de otras comunidades.

Platican con sus difuntos

TENABO.— Desde muy temprano decenas de familias abarrotaron los panteones de la ciudad para participar en la misa, limpiar osamentas y osarios, ofrendar flores y veladoras, pero sobre todo platicar con sus difuntos.
La afluencia fue mayor que el año pasado, y a las afueras se mantuvo la vigilancia policiaca y una ambulancia.
Como es costumbre gran número de vendedores de flores, veladoras, velas y adornos de esta festividad, se establecieron a las puertas.
Familias como Palma May, Medina Uc y Che Canché depositaron a sus muertos flores, veladoras, a la vez que rezaron rosarios y cantaron.
Algunos realizaron limpieza de los restos óseos. Desde las 8 de la mañana hasta la noche se mantuvieron las visitas.
En el cementerio número uno hubo misa a las 7 de la mañana, en el dos a las cinco de la tarde y en la parroquia a las siete de la noche.
En Kankí y Tinún, el párroco José Guadalupe Pérez Mendoza presidió las ceremonias eucarísticas, y al término bendijo criptas y osarios.

Rezan en última morada

HECELCHAKÁN.— El único cementerio de la ciudad recibió a decenas de personas, que llegaron para poner velas y flores en las tumbas y osarios de sus difuntos.
No hubo misa en el camposanto, pero desde las ocho de la mañana hasta las 2 de la tarde se registró gran afluencia. La Policía Municipal colocó retén para tránsito óptimo a las afueras del lugar.
“No sólo venimos a colocar flores a nuestros difuntos, también venimos a platicar con ellos y a rezar un rosario para que sepan que aún los recordamos; aunque sea una vez al año venimos con fe a verlos en su última morada”, indicó Diana Dzul Pech, respaldada por María Mijangos Baas y Lucrecia Moo Pech.
Previamente las personas limpiaron los espacios donde yacen los restos de sus parientes. A las afueras también aumentó el comercio de flores, velas y veladoras.

EN POMUCH
Afuera del cementerio, en donde fueron colocadas carpas, el sacerdote Fernando Mex Collí celebró la misa en honor a los fieles difuntos.
Nuestros fallecidos ya viven en la gloria de Dios, dijo ante más de 60 de pomuchenses. Las visitas fueron constantes.

Oran por el eterno descanso de ánimas

DZITBALCHÉ.— Cientos de pobladores acudieron ayer al panteón general de la ciudad para rezar y depositar flores y veladores en las tumbas de sus difuntos, además de participar en las dos misas que el párroco Juan Carlos Centeno Cruz ofreció a las nueve de la mañana y cinco de la tarde.
El cura oró por el eterno descanso de las almas que se encuentran en la presencia de Dios, pero sobre todo de las que están en el purgatorio librando sus penas.
Las horas pico de visitas fueron entre las 8 y 11 de la mañana, aunque se mantuvieron a lo largo del día. Hubo operativo de Protección Civil y de paramédicos que al cierre de la edición no habían atendido a desmayados o lesionados.
La basura se acumuló en los espacios del cementerio, mientras que en la nueva ampliación las personas se quejaron de que no fueron retiradas maderas y tapas de féretros, que estaban a la vista.
Predominaron las rezadoras contratadas por familias, quienes pidieron también por el eterno descanso de las ánimas.
Al panteón llegaron visitantes de diferentes puntos de la República, como es el caso de la familia Tun, que viajó procedente de Tabasco.
En algunos hogares las familias prepararon pibipollos, como fue el caso de María Pech Kantún, quien explicó que debido a las inclemencias del tiempo del miércoles pospuso la elaboración para el 2.

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