Aunque con ligero repunte de ventas, locatarios de pescados y mariscos de los mercados Pedro Sáinz de Baranda y 7 de Agosto aseguraron que en Semana Santa 2020 abundaron las especies marinas y lo que faltaron fue compradores, pues el Covid-19 alejó a la gente y daña la economía de miles de personas.
Las ‘tongas’ de chacchí permanecían sin demanda, pese a que se ofrecían en 50 y 100 pesos. Había manitas de cangrejo en 200 pesos kilo, pulpa de jaiba en 160, y caracol rojo y negro en 100.
Los locatarios María Hernández López y Eddy Dzul coincidieron en que la Cuaresma y la Semana Santa 2020 son de las peores de que tengan memoria. Las ventas en restaurantes y hoteles están suspendidas y aunque la gente no deja la tradición, no se compara. Los visitantes se fugaron o no llegaron y las ventas cayeron en más del 50 por ciento.
Durante la Cuaresma las ventas no repuntaron. El Covid-19 prácticamente alejó a los compradores, las capturas se quedaron y los pescadores dejaron de salir, porque sólo gastan combustible.
Pasado el medio día disminuyó la afluencia de compradores en los dos mercados más importantes de pescados y mariscos. En el Sáinz de Baranda algunos locatarios recurrieron a sus redes sociales para promover la venta a domicilio, como Ángel Chan, que ofrecía un pargo de 6.5 kilos para rellenar.
La señora Kari Duarte confirmó que pudo adquirir pámpano, que es muy cotizado y muchas veces en precios muy altos, a 130 pesos el kilo y el pargo en 100. Al menos los campechanos podremos adquirir ciertos productos que en otros años se cotizan a tal grado que no se pueden pagar, agregó.
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