En presunta rebelión de diputados de Morena, se frenó en comisiones el dictamen de la iniciativa para reformar la Ley de Seguridad del Estado, que pretende reducir las facultades al secretario de Gobierno (Segob), el chiapaneco Aníbal Ostoa Ortega, respecto al control del C-5, y que sea la secretaria de Protección y Seguridad Ciudadana (SPSC), la guanajuatense Marcela Muñoz Martínez, la que se encargue para poder intervenir llamadas y espiar.
El diputado Héctor Malavé Gamboa, presidente de la Comisión de Procuración de Justicia, señaló que propuso ampliar el proceso para aprobar la iniciativa, y en la última reunión no se aprobó el dictamen, pese a que estaba listo. Morena por por sí solo puede sacar adelante este tema, porque tiene mayoría en ambas comisiones, la de Seguridad Pública, que preside Ramón Cuauhtémoc Santini Cobos, y la de Procuración de Justicia, encabezado por Malavé Gamboa, que son las responsables de analizar, debatir y acordar la propuesta de la gobernadora Layda Elena Sansores San Román.
El dictamen prácticamente estaba listo. Sólo faltaba que los diputados la rubricaran, puesto que los del PRI y de Movimiento Ciudadano (MOCI) no habían presentado ningún recurso de revisión, contrapropuesta o solicitud. Sin embargo, fueron los legisladores de Morena los que se negaron a firmarla y exigieron la comparecencia de la guanajuatense y del chiapaneco para explicar el asunto.
La propuesta se reformar el artículo 56 de la Ley de Seguridad Pública del Estado de Campeche pretende que el Centro de Control, Comando, Comunicaciones y Cómputo, órgano de apoyo que depende directamente del Consejo Estatal de Seguridad Pública, y con naturaleza de órgano desconcentrado de la Secretaría de Gobierno, quede adscrito a la Secretaría de Protección y Seguridad Ciudadana del Estado de Campeche, para fortalecer las tareas de seguridad pública, en coordinación con las instituciones que participan en el Sistema Estatal de Seguridad Pública o, en su caso, con las autoridades municipales.
Malavé Gamboa negó que los diputados morenistas hayan iniciado una rebelión para cerrar filas en torno a Aníbal Ostoa, que cada día pierde más poder decisorio, mientras que la guanajuatense gana terreno en facultados y atribuciones, tanto en gobernabilidad como en seguridad.
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