Tribuna Campeche

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Despiden a Cantinflas el “pocero” y a su hijo

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SAN ANTONIO SAHCABCHÉN, Calkiní.— “Cantinflas” era el sobrenombre con el que conocían cariñosamente a don Pablo de la Cruz Tamay Chi, de 78 años de edad, y que con su hijo menor se dedicaba a perforar pozos artesanalmente, con pico y barreta, y murieron la tarde-noche del pasado miércoles al inhalar el gas maligno conocido en la comunidad como “tuz´ik”.

La nostalgia invadió los corazones de los que lo conocieron o les trabajó en alguna ocasión don “Pablito”, como cariñosamente también le decían, y que ayer por la tarde entre llantos y lamentaciones acompañaron a los familiares con el féretro hacia la iglesia de San Antonio de esta comunidad, donde se les ofició misa de cuerpo presente, para después darles el ultimo adiós en el panteón poco después de las cinco de la tarde, menos de 24 horas después de la tragedia.

A la ceremonia luctuosa llegaron parientes, amigos y conocidos de las comunidades de Concepción, Santa Cruz Pueblo, Dzitbalché y Bacabchén a  acompañar a los familiares y despedir al papá y el hijo que fallecieron en el “pozo encantado”, el cual aseguran es como un cenote, ya que cuentan que hay figuras antiguas y el agua circula con corriente.

En el pueblo se cuenta una tradición que señala que en determinados horarios las personas no deben ingresar al pozo, ya que despide un aire maligno altamente letal para los humanos. Rolando Chan Mis aseguró que no es la primera vez que el mal aire los ataca, por lo que los exhortaron a tapar ese pozo pero hicieron caso omiso.

El otro fallecido es el joven Eddy Omar Tamay Pech, de 23 años de edad, quien ya no podrá registrar a su bebé recién nacido que procreó con su esposa María Verónica Cohuó Ku, quien quedó con otros dos pequeños: Jesús, de tres años, y Cristel, de cuatro. Ellos no saben qué ocurrió.

Eddy se dedicaba con su papá a excavar pozos artesanales y estaban integrados al programa Sembrado Vida. Ambos se turnaban para asistir a regar las plantas con una bomba a gasolina que tenían en el pozo, por lo que la tarde del martes terminaron de almorzar en familia y se dirigieron a la parcela a laborar.

Versiones de vecinos sostienen que don Pablo fue el primero en ingresar al pozo y que su hijo Eddy Omar, al percatarse de que convulsionaba, intentó auxiliarlo. Otras dos personas, Alfredo T. P. y Luis Ch. T., fueron en su ayuda y corrieron la misma suerte.

Sólo que ellos fueron rescatados por pobladores, que alertaron a las autoridades, y los llevaron al Centro de Salud de Dzitbalché “Jorge Luis Sosa Archivor”. Al haber cerrado su prestación de servicios, los condujeron a Calkiní, donde carecían de oxígeno, por lo que los trasladaron a la ciudad de San Francisco de Campeche, donde convalecen.

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