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Oran por seguridad

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El país está lleno de “polimafias”; Gobierno provoca violencia y muerte, afirma obispo

Como una urgencia y clamor por la pacificación del país, este domingo las iglesias católicas iniciaron una jornada de oración, que en la entidad estuvo encabezada por el obispo José Francisco González González.

Al señalar que el país está lleno de “polimafias” que han generado una ola de inseguridad, la cual ha alcanzado a las iglesias y conllevado al asesinato de sacerdotes, además de impulsar leyes que permiten legalizar drogas y tachar expresiones religiosas como violencia simbólica, el obispo presidió la celebración eucarística en memoria de los presbíteros que han sido víctimas de agresiones, y dio inicio a la “Jornada por la Paz en el País”.

Como fue anunciado, ante la crisis que se vive en materia de seguridad, y para pedir justicia por el derrame de sangre de inocentes y el sufrimiento de las familias, así como exigir al Gobierno Federal que encabeza el presidente Andrés Manuel López Obrador, que asuma plenamente la responsabilidad constitucional que le toca, empezó la jornada de oración.

En el presbiterio de la Catedral de Campeche colocaron las fotografías de los sacerdotes asesinados a sangre fría por el crimen organizado, entre ellos los de Chihuahua, donde previo a la misa hubo rosario en el que se pidió también por las personas de diferentes sectores que han perdido la vida.

Frente a la grey católica, González González destacó que el Gobierno, en el afán de dar más libertades a las personas sin importar lo dañino que esto sea, como es la legalización de algunas drogas, sólo ha provocado violencia y muerte, y apuntando hacia la fotografías agregó que la mayoría de ellos perdieron la vida a causa de una persona que consumía esas sustancias nocivas.

“Si tomo sustancias que me hacen daño, me estoy matando, aunque ahora nos dicen que será legal para el libre desarrollo de la personalidad usar sustancias enervantes, para que estés bien chido. Algunos de estos sacerdotes han sufrido la muerte precisamente por personas drogadas, alcoholizadas”, lamentó.

Y criticó la reforma a la iniciativa de la Ley de Acceso de las Mujeres a una Vida Libre de Violencia, propuesta por el diputado morenista, Jorge Pérez Falconi, en la que se quiere añadir la violencia simbólica que, de ser aprobada, la religión ya no podrá tampoco ejercer su libre expresión, al contrario, persiste la idea de querer imponer derechos y libertades que no van acordes a las leyes de Dios.

Cabe mencionar que durante este mes, se ofrecerán misas por otras tantas víctimas de la violencia, las cuales se podrán realizar incluso donde haya habido levantones o asesinatos, por lo cual el obispo invitó a participar a vecinos y feligreses, quienes podrán plantar un árbol o flor.

Piden fin de impunidad

La exigencia del clero de volver a tener un Campeche seguro y pacífico, también se hizo presente en los Municipios del Estado.

En Calkiní, el padre Fernando Manzo Barajas, de la Iglesia de San Luis Obispo, apuntó que se unían en oración contra la violencia, tanto hacia ciudadanos como a sacerdotes y obispos.

En Dzitbalché, el sacerdote José Luis Ye Ehuán dijo que vivimos tiempos difíciles en todo el mundo, y es cuando debemos fortalecer nuestra fe y oración para que la paz se recupere.

En Tenabo, el párroco de la Iglesia de La Asunción, Mario Haas Cohuó, refirió que la inseguridad está a la vista y aumenta en el Estado, y lamentó que la violencia y sus estructuras de muerte se han desbordado e instalado en nuestras comunidades.

En Hopelchén, Elio Gijón Estrada, cura de la Iglesia de San Antonio de Padua, pidió orar por el eterno descanso de los padres jesuitas asesinados días atrás, y para que se calme la ola de violencia en el país.

En Candelaria, el párroco de la Iglesia de Nuestra Señora de la Candelaria, Javier Chan Trejo, expresó que “hay una estrategia fallida, una impunidad increíble, y una alianza silenciosa entre los corruptos y los criminales”.

En Escárcega, Leobardo Castillo Contreras y Jaime Martínez Corona, presbíteros de las parroquias Inmaculado Corazón de María y Sagrado Corazón de Jesús, coincidieron en que todo acto que atente y prive de la vida es reprobable, y recriminaron la inseguridad que se vive en el país.

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