La gobernadora Layda Elena Sansores San Román estuvo ayer en Calkiní para entregar apoyos de un programa estatal, y recurrió a los policías municipales y a sus guardaespaldas para no conceder entrevistas a los medios ni saludar a los ciudadanos.
Personal del Gobierno del Estado montó una valla para que los medios de comunicación no pudieran acercarse al teatro ni siquiera para tomar fotografías. Se replegó a todos los que pudieran constituir un riesgo incluso de palabra contra la gobernadora. El círculo estuvo herméticamente cerrado.
La gobernadora Sansores San Román habló brevemente, y de inmediato dieron por finalizada la actividad. Estaba nerviosa y desencajada, ante la posibilidad de protestas. Se montó una valla de los asientos con personal para evitar que se acercaran los medios a entrevistarla.
La sacaron por la parte trasera del Teatro de la Ciudad, donde policías municipales y personal de Gobierno del Estado colocaron vallas metálicas para que nadie pudiera acercarse al vehículo que la transportaba. Por momentos se pensó que habría alguna reacción violenta, ante las promesas incumplidas y la falta de obras. Prácticamente huyó del lugar.
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