Tribuna Campeche

Diario Independiente

Huye Marcela de reporteros en aeropuerto

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Visiblemente alterada, nerviosa y con evidente prisa, la secretaria de Seguridad Pública y Protección Ciudadana, Marcela Muñoz Martínez, realizó un rictus de desagrado al percatarse de la presencia de reporteros de medios independientes en el aeropuerto internacional “Alberto Acuña Ongay” y se negó hablar sobre la visita de agentes de la DEA a los que exhibió y puso en riesgo al mostrar sus rostros y dar a conocer sus nombres en su red social Facebook.

Poco antes de las 11.00 horas, la guanajuatense Muñoz Martínez llegó al aeropuerto a bordo de la Chevrolet High Country color blanca, con valor superior al 1.8 millones de pesos, cuidada por sus guardaespaldas que la escoltaron, mientras otros se mantuvieron en la unidad motriz que la sigue a todas partes.

Descendió de la lujosa camioneta y a toda prisa ingresó a las instalaciones del aeropuerto. Al percatarse de los reporteros, que de inmediato se acercaron a pedirle una entrevista, realizó rictus de desagrado y dejó entrever que no tendría tiempo para atenderlos.

Acudió a los módulos de registro de pasajeros, donde inició con evidente enojo y nerviosismo, su registro. Hasta ella llegó un sujeto con sus maletas a la que dejó terminar el proceso. Asentó en el mostrador un sobre manila tamaño oficio, tomó su maleta y se dirigió hacia el área de acceso a la sala de espera.

A pesar de las botas color café que traía calzadas, su andar fue rápido, en breves segundos llegó a su destino, no sin antes ser interceptada de nueva cuenta por reporteros que le insistieron para la entrevista.

—“¡Secretaria, brevísimo! Nos puede abundar sobre….”, no dejó terminar el cuestionamiento y señaló: “¡No, después me cambian lo  que digo!”, y siguió su camino.

Muñoz Martínez tuvo que detenerse para que los guardias de seguridad privada verificaran sus documentos y se le volvió a insistir: “¡Secretaria, nos puede abundar sobre la visita de los agentes de la DEA!”, pero el cuestionamiento quedó sin respuesta.

De pronto, el sujeto que la acompañaba le dijo: “Me pasa la maleta”, pero al ser ignorado agarró y se la arrebató a Muñoz Martínez, quien volteó sorprendida del jalón que sintió. Al percatarse de quién fue, su sorpresa desapareció y continuó su ingreso a la sala de última espera. La maleta la habían registrado para ser transportada en el equipaje del avión y no como equipaje de mano. Los guardias de seguridad pidieron que no se grabara el ingreso de Muñoz Martínez a la sala de última espera.

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