De nueva cuenta trabajadores al servicio del Instituto Estatal de Educación para los Adultos (IEEA), denunciaron abuso de poder, prepotencia y hostigamiento del director general Ricardo Sánchez Cerino.
A través de amplia manta colocada en las afueras de la institución, ubicada en la avenida Páez Urquidi, los sindicalizados exigieron de nueva cuenta la renuncia de quien calificaron como nefasto funcionario.
Cabe recordar que el grupo de empleados de confianza es obligado a firmar en apoyo de Sánchez Cerino.
Ante el abuso de poder, la prepotencia y el hostigamiento de los que siguen siendo víctimas por parte del director, colocamos una manta para ver si llamamos la atención de la gobernadora Layda Sansores, porque Raúl “El Señor de los fajos” Pozos nuestra desinterés, aseveraron.
Los inconformes pertenecen a la Delegación Municipal VII del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación para Adultos (SNTEA), y que aunque dijeron no poder dar más detalles, menos sus nombres por temor a represalias, mediante señas patentizaron su inconformidad.
Han revelado que Cerino, cuya principal característica es su prepotencia y agresividad, presume que no le harán nada, que no será removido por su cercanía y amistad con la gobernadora Layda Sansores.
Con la leyenda de “Solución, solución, solución”, los sindicalizados explicaron que laboran bajo protesta, pues no quieren afectar a los alumnos.
“Sánchez Cerino grita a los cuatros vientos que es inamovible en este sexenio, pues por su capital político ganó Layda, pero esa presunción es arrogante y pedante”.
Los empleados pidieron a las autoridades estatales y educativas investigar a fondo presuntos malos manejos denunciados en contra del director general Sánchez Cerino.
Los empleados aseguraron que mantendrán su protesta sin afectar a los usuarios del IEEA, aunque persista el trato déspota y prepotente del director. “No hay mal que dure 100 años”, expresaron.
“Solicitamos auditoría a la administración de Sánchez Cerino, toda vez que hay opacidad en el manejo de recursos y las bajas del parque vehicular, que fue vendido sin que se conozca qué hicieron con el dinero recaudado”.
Las irregularidades denunciadas por los obreros son violación al Contrato Colectivo de Trabajo (CCT), retrasos en el pago de los viáticos, vehículos en mal estado que ponen en riesgo al personal que sale de comisión y acoso laboral.
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